Albés sí sabe a lo que juega

Cada vez que jugamos contra un equipo, o veo algún partido, en el que el rival solamente quiere la posesión del balón y engordar la estadística de pase de sus jugadores, aunque sean planos y sin sentido, más me alegro de tener en el banquillo a día de hoy a un entrenador de verdad que sabe que existe más de una manera de jugar y sabe usar las piezas de su plantilla, no solamente para plantear cada partido de la forma necesaria, si no las distintas fases de cada uno de esos partidos.

El sábado vimos un equipo enfrente que solamente quería el balón, que pasaba mucho, que raseaba sin parar, pero con nulo peligro ya que no generaban ocasiones en nuestro área, por lo que, sobre todo la primera parte, el Albacete Balompié supo jugar tranquilamente a lo que Rubén Albés había planteado durante la semana.

Aquí también hemos sufrido "inventores" del fútbol, gente que se creía que con jugadores que no tenían ni el 5% de calidad, podía imitar a Guardiola y su manera de jugar. Y todo lo contrario, entrenadores que ponían un autobús delante de la portería y pelotazos arriba al delantero que hubiese, cosa que no dejaban de hacer aunque hubiese 10 jornadas que ya no funciona. Esos entrenadores que no saben evolucionar, que no saben aprovechar a los jugadores que sí tienen en plantilla.

Por ello cada vez debemos estar más contentos de que Albés siga aquí, y que su continuidad sea el mejor fichaje de esta temporada, porque sabe cómo jugar a equipos como el FC Andorra, desarbolando en un primer momento, durmiendo la segunda parte y aprovechando el momento para hacer los cambios finales necesarios que rematen la faena. Un entrenador que sabe en qué posición colocar a cada jugador para sacar su máximo rendimiento, en qué momento debe entrar o salir cada uno del partido para aportar su granito de arena, como tenerlos a todos implicados jueguen más o menos. Todo eso es lo realmente difícil de entender y de conseguir.

Demasiados errores en las áreas

Este equipo no juega tan mal en conjunto para la situación que está atravesando, pero en la parte importante del juego, defender en nuestro área y marcar en la rival, es donde estamos teniendo auténticos problemas.

Tenemos poca contundencia a la hora de defender dentro del área, entran los delanteros sin apenas oposición y, por lo que sea, entre los centrales, sobre todo, y el portero, no consiguen atajar de manera contundente esos ataques. Eso sí, además, no cometemos algún penalty estúpido, cosa demasiado común en estas primeras jornadas.

Después, además, está la falta de acierto de cara a portería contraria, ya que generamos muchas llegadas, más que el rival, con sumo peligro, pero apenas acaba ninguna con el balón dentro de la portería rival, lo que supone un problema para ganar los problemas.

Escribía ayer en su Twitter, o X, César Hurtado una estadística demoledora, que decía que la mitad de los tiros a puerta en contra acababan en gol y solamente un cuarto de nuestros tiros se materializaban en gol a favor. Esos números son de equipo que va a sufrir mucho durante la temporada y, creo, que el Albacete Balompié tiene buena plantilla para una salvación holgada, que es a lo primero y más importante que debemos aspirar.

Luego viene el tema de los jugadores que están ejerciendo en los puestos defensivos, ya que Álvaro no empezó bien y fue sustituido por Carlos Isaac que ha mejorado el lateral derecho de manera notable. Para el centro de la saga se fichó a un tío con experiencia y contundente como es Datković pero no está disfrutando de minutos a pesar de que sus compañeros titulares no están demasiado acertados, ni qué decir de Juan Antonio Ros casi cada vez que ha jugado. Y la portería ya sí que es un drama porque Bernabé no está rindiendo como debe, ya no porque cometa más o menos errores, que están dentro de lo que es el juego, pero se le nota demasiado nervioso durante tramos del partido y, creo, que eso es lo que le hace cometer errores de bulto que no son propios de él o, al menos, de hace un par de temporadas.

El caos es que Rubén Albés tiene mucho trabajo por delante porque hay muchas cosas que corregir. Hace unas semanas acertó poniendo entre los centrales a Olaetxea y el equipo ganó contundencia y confianza defensiva, pero ese remedio se ha diluido poco a poco o, mejor dicho, no funciona fuera de casa igual que en el Carlos Belmonte.

La parte positiva es que queda mucho por delante, esta plantilla tiene mimbres de sobra para tener una temporada tranquila y el entrenador sabe lo que se hace para resolverlo. Vamos a ir corrigiendo estos errores poco a poco, veremos si con el regreso de Higinio Marín se resuelve más fácilmente el problema del ataque y si con trabajo, cambios de cromos y orden defensivo de todo el equipo, podemos cortar la sangría de goles en contra.

Yo sigo confiando.

Pinta peor de lo que es

¡¡¡Hola, hola!!!

La nueva temporada ya lleva unos partidos por delante, con un Albacete Balompié que no ha empezado como alguna gente esperaba pero que aún así no es un la comienzo. Si bien es cierto que no es similar al de la pasada temporada, también es verdad que están ahora mismo en el camino del objetivo de este equipo, la permanencia de manera holgada.

Sí, la pasada temporada se jugó play-off de ascenso pero no es realmente lo que se le exige a este equipo, al menos esta temporada. Claro, ojalá lleguemos otra vez a disfrutar de ese intento de ascenso a Primera División.

La plantilla ha tenido varios cambios en sus componentes, aunque, de momento, no son tantos en los 11 iniciales de Rubén Albés, pero sí de piezas importantes que deben acoplarse a la manera de jugar del equipo, cosa que vemos poco a poco cada vez más cerca de conseguirse.

Quizá no está terminando de carburar como quedemos pero se siguen viendo cositas, como la pasada temporada, que nos dan mucha esperanza sobre el futuro de este equipo. A pesar de las derrotas que hemos sufrido, no han sido contundentes y, pienso yo, no se sacó mejor resultado por pequeños detalles que sí fueron definitivos a la postre.

Vamos a seguir confiando en ellos, en el capitán de este barco y en sus tripulantes, entre los importantes y los nuevos se puede conseguir otra bonita temporada, en la que no suframos y en al que disfrutemos, algo que ya está haciendo la afición, superando las asistencias de las últimas temporadas en estos primeros partidos.

A partir de las siguientes jornadas, seguiré analizando cada semana por separado, sobre todo en lo deportivo aunque también hay tela que cortar en los institucional con, para mí, la noticia más importante para el club como entidad de los últimos años, la concesión del uso del Carlos Belmonte para los próximos 50 años, por lo que vamos a ver cómo su remodelación es una realidad en un futuro no muy lejano. Y veremos si se sigue adelante con esa polémica reducción de aforo, algo, en mi opinión, que es un gran error.

Disfrutemos de este bonito periodo que estamos teniendo la suerte de vivir, sobre todo después de tantos años malos siguiendo al Albacete Balompié.

Sigamos.

Final de temporada soñado

Llegó el final de temporada y nos quedamos un poquito huérfanos de esos canalletas que nos han hecho disfrutar durante todo el año. Hemos vivido una temporada que ni los más optimistas soñaban hace ahora un año, cuando seguíamos de resaca por lo conseguido en La Coruña.

Hemos hecho una temporada de sobresaliente, que no pudo acabar en matrícula de honor pero que tampoco hemos necesitado para disfrutar como gorrinos en el barro. Nos hemos salvado con muchas jornadas de ventaja, hemos luchado por un ascenso directo hasta hace unas pocas semanas y nos clasificamos matemáticamente para el play-off de ascenso una jornada antes de acabar.

El play-off de ascenso no fue como esperábamos y como queríamos, pero lo disfrutamos durante los 180 minutos que duró. El primera partido en casa fue una fiesta horas antes de comenzar y siguió así hasta los errores obscenos que nos privaron de una victoria que muchos veíamos que se podía conseguir. El segundo partido fue el de la fe y la ilusión, con desplazamiento del más del doble de aficionados que se preveían (y se querían por tierras valencianas), me atrevería a decir que el triple incluso, y que lejos de hundirnos, nos reforzó en nuestro sentimiento hacia este club y hacia el equipo de esta temporada en particular, sin dejar de animar, apoyar y mostrar cariño a nuestros jugadores y equipo técnico.

Va a ser una temporada difícil de olvidar y que nos va a servir de ejemplo durante mucho tiempo de lo que una afición debe hacer, sentir y luchar por su equipo, porque esta temporada no es solo la de los canalletas que casi nos suben a Primera División, es la temporada en la que la afición se ha reconciliado con un equipo que nos tiene más acostumbrados a hacernos sufrir y pasar malos ratos pero que cuando hace las cosas bien, con muy poquito, nos hace responder y respaldar hasta morir.

Tenemos cada vez más cerca la temporada 2023/24, de la que ya hay movimientos, renovaciones, salidas, confirmaciones y muchos, muchos rumores. Ojalá podamos disfrutarla, como mínimo, la mitad de que este año, ya con eso, sería una magnífica señal.

¡Aúpa Alba!

Play-off de oro

Pues se consiguió, con otro empatito, a los que parece que nos hemos abonado las últimas jornadas pero que nos han servido para estar donde estamos, 6º clasificados, algo que no imaginábamos ni en nuestros sueños más húmedos en aquel ya lejano agosto de 2022.

Hemos conseguido un hito que no esperaba casi nadie y que se ha dado por varios factores:

- La magnifica planificación de Alfonso Serrano, del que casi nadie se acuerda (yo el primero, mea culpa) a la hora de felicitar al equipo. Sin hacer mucho ruido, ha sabido buscar jugadores en cada posición que sabían que iban a aportar lo que el equipo necesitaba y, en general, ha sabido buscar las salidas necesarias para aligerar tanto la plantilla como el límite salarial cuando ha sido necesario.

- El gran trabajo de Rubén Albés a la cabeza y de todo su staff técnico del Albacete Balompié, que ha sabido transmitir sus ideas a la plantilla y adaptarse a los jugadores que ha habido para sacar el máximo rendimiento de ellos. Sin anclarse en un sistema fijo, ha sabido evolucionar a lo largo de las jornadas, incluso de los propios partidos, para ser el equipo revelación de esta temporada en Segunda División. Albés es el mejor entrenador, sin duda alguna, de la temporada y ha demostrado que no tiene que jugar de una manera determinada sí o sí para hacer un fútbol bonito y, sobre todo, práctico.

- La implicación de la plantilla, aparte de su calidad y de su pundonor, han estado remando siempre juntos, sin anteponerse ninguno por delante de otro, dejándose la piel en el terreno de juego cuando han jugado y apoyando y animando a sus compañeros cuando les ha tocado estar en el banquillo y/o en la grada. Creo que el mejor ejemplo de ello es el capitán Bernabé Barragán, titular casi toda la temporada, y relegado a la suplencia en la parte crítica de la temporada pero que lejos de levantar la voz o poner malas caras, es el primero que sale a felicitar a sus compañeros tras cada partido o en aparecer en las RRSS del club dando mensajes de ánimo, de apoyo y de alegría según haya ido tocando. Son una familia y así se demuestra cada 7 días sobre el verde.

- La afición, que ha escogido este año para engancharse definitivamente al equipo, tras muchos años de sinsabores y yendo al campo los 4 gatos que íbamos siempre, hemos demostrado que con poquito, devolvemos mucho y que sabemos apoyar en las buenas pero también en las malas. También es cierto que parte del mérito de esto es de la Directiva, que lleva unos años haciendo un trabajo que apenas se ve y que no da sus frutos hasta que no pasa el tiempo, moviendo al club por la provincia, creando iniciativas para dar visibilidad al equipo y, quizá con más polémica, creando campañas de venta de entradas buscando el llenazo del Carlos Belmonte por parte de los de casa. Ojalá, acabe como acabe la temporada, esto se traduzca en un aumento considerable de abonados para la temporada 2023/24, sea en la categoría que sea.

En días como hoy, podemos estar bien orgullosos de ser del Albacete Balompié, sin duda.

Una pizca de suerte

Eso es lo que nos faltó frente al Deportivo Alavés, ese poquito que a veces te hace pasar del llanto a la alegría, y es que si ese balón que despejó mal Higinio hubiese caído en las manos de Altube, igual estábamos hablando de otra cosa, o si esa falta al borde del área rival que sufrió también Higinio, la hubiese visto (o querido ver) bien el árbitro, quizá estábamos hablando de otra cosa...

El caso es que volaron 2 puntos importantes que se volvieron imprescindibles al día siguiente para haber conseguido ese otro objetivo que no se menta de momento, ese que nunca hubiésemos pensado hace 12 meses, ese por el que hemos soñado tantas veces...

El partido del domingo se presentó, de nuevo, con el ambientazo y el lleno del Carlos Belmonte, con la afición entregada desde horas antes del comienzo y con un equipo, otra vez, dándolo todo y buscando el +3 desde el primer segundo. Y lo tuvimos en la mano pero se nos escurrió entre los dedos en el descuento por una acción de auténtica mala suerte.

Estamos a solamente 2 puntos de certificar matemáticamente nuestra presencia en los play-off de ascenso a Primera División, con un estado de forma envidiado por casi todos los rivales, y quedándonos a escasos metros de esa orilla que nos hubiese dado el billete dorado directamente, pero, oye, esto es el Albacete Balompié y aquí se viene a esto, a sufrir y disfrutar hasta el final. Sobre todo, lo primero.

Faltan 6 puntos, seguramente encontremos esa pizquita de suerte que nos ha esquivado en otros momentos para ayudar al genial trabajo de este equipo y poder poner un buen broche a esta temporada inolvidable.

Solamente un poquito más, sigamos apoyando hasta el final.

Desfase en Ibiza

Es cierto que el domingo jugamos contra un equipo que ya había descendido tan solo una semana antes y supongo que eso pasaría factura moral a los jugadores de la UD Ibiza pero es que este Albacete Balompié juega fenomenal y no deja pasar la oportunidad de seguir como un martillo pilón.

Seguimos a tiro de piedra de los equipos de arriba pero la cercanía del final de temporada nos hace muy complicado el escalar más puestos, aunque no sea imposible del todo. Este domingo será el partido clave para ello.

Volviendo a la pasada jornada, da gusto ver lo entregados que siguen los jugadores, como quieren más y no se conforman con lo que tienen. Consiguieron un 0-5 histórico para el equipo por ser el primero que conseguimos en el fútbol profesional, y todo por no conformarse con el resultado y querer seguir sumando.

Un partidazo más de Ander Olaetxea y de Riki Rodríguez para dar al centro del campo la calidad a la que nos tienen acostumbrados este año. Un nuevo gol de Dubasin y otro de Higinio, que hacía unas jornadas que no mojaban y una portería a 0 después de varias jornadas sin poder conseguirlo.

Como se dice ahora, estamos con la flecha hacia arriba, y en el momento adecuado de la temporada, cuando podemos llegar a tocar el paraíso con la punta de los dedos. Después de una temporada tan complicada en la que nos han ido esquilmando unos puntitos por aquí, otros puntitos por allá, seguimos con opciones de conseguir lo más grande que puede conseguir un equipo de Segunda División, y eso ha conseguido ilusionar a una afición y a una ciudad que lleva (mos) unos años bastante malos quitando los ascensos a la categoría de plata y el play-off que jugamos con Ramis en el banquillo, el resto, ha sido penar y pasarlo mal en general.

El domingo, con otro lleno del Carlos Belmonte, vamos a apurar las últimas opciones de posicionarnos mejor en la recta final de la competición para salir con mejores opciones en los play-off.

Y, ay, como sigamos ganando y alguno se confíe y tropiece...

 

Malpensados

Tras el partido frente al FC Cartagena se nos quedó a (casi) todos la sensación de haber merecido más, jugando con 10 que con 11, pero que no nos dejaron, y no me refiero al rival.

Son ya varias jornadas en las que nos vamos del Carlos Belmonte, o apagamos la televisión, con la misma sensación, de que la mayoría de los errores nos perjudican a nosotros y los menos son a favor. Algo que me ocurrió el sábado pasado.

La expulsión de Djetei creo que fue justa, sin intención, pero merecida pero a partir de ahí vimos errores que nos perjudicaron en su mayoría, como la entrada de plancha a la tibia de Higinio Marín, el control del balón con la mano unos segundos antes del gol que suponía el empate o la falta pitada a Manu Fuster cuando se iba a plantar solo ante el portero rival...

Puede que sea poco objetivo, no diré que no, pero creo que llevamos una muy mala racha de arbitrajes en contra, que de no haber sido así, nos podríamos situar un poco más arriba en la tabla. Y siempre he sido de los que he dicho que no creo que sea ningún tipo de campaña contra nosotros, simplemente que la calidad de los árbitros españoles deja mucho que desear pero, claro, ya tanto hacia el mismo lado te hace ser malpensado... aunque uno quiera.

Lo mejor del equipo es su manera de competir, siendo mejores durante casi todo el partido, hasta estando con 10 jugadores sobre el césped, quitando los lógicos primeros minutos de la segunda parte en la que el rival salió del vestuario a apretarnos, una vez sacudido dicho arreón, volvimos a manejar el partido en su totalidad.

Qué tranquilidad da volver a ver a nuestro Alba 22/23, con su iniciativa en el juego, sus ganas de ir a por los partidos, el trabajo a destajo de todos y cada uno de los jugadores, y Rubén Albés moviendo las piezas del tablero para saber sacar el máximo jugo a su plantilla.

Arbitrajes aparte, estamos siendo el mejor equipo de las últimas jornadas en la parte alta de la clasificación, lo que nos deja a nuestros rivales más cerca que hace unas semanas. No sé si va a dar tiempo para soñar con algo más pero ahora es cuando toca apretar un poco más los dientes y hacer ese último esfuerzo que nos haga terminar la temporada (regular) con una sonrisa y con un recuerdo para los próximos años.

No quiero olvidarme de Juanma García, que se ha lesionado cuando estaba de dulce en estas últimas jornadas aportando tanto en ataque, tanto con goles como con asistencias, dando recompensa a su temporada en la que se le ha visto tan implicado y peleando en cada minuto que ha dispuesto con nuestra camiseta. Ánimo porque seguro que volverás a darnos muchas más alegrías en el Carlos Belmonte antes de lo que nos imaginamos.

De la Cerámica a la locura

Pues parece que es oficial, el Alba de esta temporada ha vuelto tras el bache de resultados de las últimas jornadas. No le podíamos echar en cara la actitud ni el juego, excepto en Santander, porque el resto de partidos sí veíamos a nuestro Alba pero no conseguíamos sumar de 3 en 3.

En cambio, en Vila-Real volvimos a ver a ese equipo que todos conocemos en esta temporada, a pesar de unos fallos de concentración defensiva durante los primeros minutos. Este Alba tiene la suerte de tener un entrenador que entiende los micro-partidos que hay en cada partido y cambio piezas y sistema a conveniencia para hacer al equipo más útil, más práctico, más peligroso o más jugón según el momento adecuado.

Los 3 puntos se vinieron también gracias al 12º jugador que empujó en tierras castellonenses: la afición que juntó a cerca de 2000 personas allí animando al equipo durante los 90 minutos, a pesar de los primeros reveses del partido.

Y es que, entonces, cuando el árbitro pitó el final, empezó en RRSS la locura de lo que se avecina el sábado. Todo el mundo quería entrada para el partido frente al FC Cartagena y, mientras escribo esto, apenas quedan un puñado repartidas por el estadio (Goles completos al 100%) que seguramente mañana se agoten también.

Se está consiguiendo enganchar a la afición de una manera que hacía muchísimos años que no se veía, me atrevería a decir que desde el ascenso a Primera División del Queso Mecánico de Benito Floro, con gente joven que le está cogiendo el gusto a animar al equipo de su ciudad, de su tierra, y dejando un poquito de lado los grandes.

Da gusto ver tantas camisetas, polos, chándals... del Alba por la calle en el día a día, ver la ilusión de la gente haciendo cola en las taquillas para conseguir una entrada, leer en RRSS cómo la gente quiere a su equipo.

Para conseguir esta locura por el equipo se llevan años trabajando desde el club, con sus aciertos y sus errores, porque esta Directiva es muy buena pero no es infalible tampoco. Este trabajo, largo, lento y que muchas veces no se ve, está dando sus frutos esta temporada acompañado, claramente, con el buen hacer deportivo de la plantilla, lo cuál es un empujón muy fuerte para conseguir este apoyo de la gente de la ciudad.

Si este sábado conseguimos la victoria, es muy posible que no quede papel en las taquillas del Carlos Belmonte para los dos partidos que faltan para acabar la temporada.

Que así sea.

La vuelta del equipo canalleta

Así sí, y no es por la victoria, que también, si no la actitud del equipo desde el segundo 0 que es lo que muchos echamos de menos en Santander. Evidentemente, la victoria también ayuda mucho y más después de un pequeño bache de resultados que hemos pasado.

Rubén Albés hizo cambios, modificó cositas y consiguió que el equipo volviese a carburar, y de qué manera, ante todo el líder de la categoría, el cuál no tuvo ni media oportunidad de conseguir algo positivo.

Qué gran entrenador es el que, viendo que su planteamiento ha dejado de funcionar, busca soluciones futbolísticas, le da la vuelta a las cosas, da la oportunidad a otros jugadores y consigue sacar cosas positivas en el siguiente partido, en este caso, como digo, con victoria incluida. ¡Menuda victoria!

Tenemos un grandísimo entrenador, un canalleta que sabe exprimir perfectamente todos sus conocimientos, toda su plantilla y sabe cómo aprovechar cada gotita de calidad y de trabajo de estos jugadores, jugadores súper comprometidos con la causa, que luchan cada semana por dar lo mejor que tienen por el bien del equipo.

Un ejemplo de estos jugadores es Juanma García, un luchador nato que en cada minuto que juega lo deja todo y esta jornada, por fin, tuvo el premio del gol, por partida doble, algo que se le estaba resistiendo demasiado durante tantas semanas. Me alegró mucho que lo consiguiese porque se lo ha merecido durante muchas jornadas pero no llegaba.

Partidazo también de Djetei, que volvía por fin a la titularidad después de muchos partidos, dando un recital de despejes y de pocas complicaciones, algo, que al contrario de penalizarle, es lo que se le pide y lo que se le agradece porque es lo primero que tiene que hacer un defensa, alejar lo antes posible los balones de su portería. 

Además, los resultados de los rivales han sido muy favorables para nuestros intereses, para volver a tener a los canalletas con el hocico metido en el play-off, dando por saco a los grandes de la categoría y acercándonos a los puestos más altos de la clasificación.

¡Cuánto me alegra volver a ver al equipo reconocible de Albés!

¡Grandes CANALLETAS! 

Este no es el camino

Después de unos días de tranquilidad y reflexión, se puede decir que el partido de Santander fue un tropiezo, grande, muy grande, pero un tropiezo.

Sabemos perfectamente cómo puede jugar este equipo, sabemos todo lo que puede dar y le hemos visto perder otros partidos, pero de otra manera, con otra actitud, por eso el partido ante el Racing de Santander nos chirrió tanto y nos enfadó más aún, porque sabemos que con otra manera de salir al partido, aún habiendo podido perder, la imagen hubiese sido otra completamente distinta.

Me molestó mucho la manera de perder porque no reconocí en ningún momento al Albacete Balompié de esta temporada pero no me bajo del barco, todavía queda mucha Liga por delante y se puede conseguir entrar de nuevo en puestos de play-off.

Nuestro objetivo principal está conseguido, que es la permanencia en Segunda División para afianzar, de una vez por todas, el proyecto en el fútbol español pero es normal que todos estemos ilusionados con la opción de jugarnos todo una ascenso a Primera División, lo que pasa es que la temporada se nos está haciendo larga ya que la plantilla, con mucha más calidad de la que soñábamos en verano, está conformada para quedarnos en Segunda División, cometido conseguido más que de sobra.

Nos quedan partidos muy complicados por delante y no es el momento de tirar la toalla, ni de dudar del equipo. Hay que criticar, con conocimiento, cuando las cosas se hacen mal como el sábado pasado pero no por ello debemos dudar del compromiso de nuestros jugadores.

Y se presenta complicado el futuro con seis jugadores lesionados, de los cuales, ya veremos si alguno llega al partido el viernes, pero debemos apoyarlos desde el primer al último minuto porque no está la situación para alarmarse, ya que todo lo que venga a partir de ahora es un premio, no una obligación.

 Mi apoyo lo tienen, sin duda, y así seguirá hasta final de temporada, acabemos en el puesto que acabemos.

Disfrutad

Se preveía una noche mejor, entre el ambiente generado, los antecedentes y tal y como se puso el partido al cuarto de hora con el gol de Dubasin. Pero nada más lejos de la realidad.

Entre las faltitas pitadas por el trencilla, los cambios de criterio para sacar según qué tarjetas, nuestros propios errores de cara a portería, el maldito balón parado y un VAR que no pita un fuera de juego clarísimo, se torció la noche totalmente.

Quizá es lo que hay, porque los cinco equipos de delante son transatlánticos con equipazos creados única y exclusivamente para ascender a Primera División, y aún así, un equipo recién ascendido, con muchos jugadores de Segunda B, con nombres desconocidos, está disputándoles la clasificación, llegando a ganarles algunos puntos... pero quizá la cosa da hasta donde da y, aún así, debemos estar orgullosos y muy contentos de lo que estamos viviendo, porque ni en nuestros mejores sueños podríamos haber imagino esto en agosto.

Es el momento de estar con el equipo, de apoyarlos y darles ánimos. Están pasando una mala racha así que ahora nos toca a nosotros devolverles lo que han hecho ellos por esta afición durante los últimos meses, cuando nadie daba un duro por ellos y seguían sacando adelante los partidos sin apenas apoyo en las gradas hasta conseguir que se vuelva a llenar el Carlos Belmonte en los últimos partidos.

Lo llevo diciendo ya muchas semanas, que pase lo que pase al final de temporada, chapó por este equipo, por el canalleta de Albés y por todo el club por lo que bien que lo han hecho. Ya habrá tiempo de pensar qué se podría haber hecho mejor o qué apuntalar para que la próxima temporada pueda ser mejor todavía, o... ¿por qué no?

Estamos orgullosos de ellos y vamos a seguir apoyando, a pesar de sus errores y de sus fallos, a pesar de los arbitrajes tan, digamos, raros que estamos sufriendo cada vez más en las últimas jornadas, a pesar de lo complicado que nos queda por delante... porque lo que exigíamos a este equipo está ya conseguido muy de sobra, que quizá eso es el "problema", que se ha conseguido con tanto tiempo de margen que algunos han olvidado que era lo más importante para el Albacete Balompié al acabar la temporada, y que todo lo que venga de más es un extra de disfrute pero sin reprochar nada.

Así que, disfrutad, disfrutad porque nunca se sabe cuándo podremos repetir una temporada así.

El teatro de nuestros sueños

Esta semana se ha presentado el proyecto de remodelación del Carlos Belmonte, con pago al 50% cada uno por parte del Ayuntamiento y del propio club, imagino que éste usando el dinero del convenio con CVC del que se benefició al volver al fútbol profesional.

Una reivindicación hecha desde hace demasiados años por parte de la afición, no solamente por la parte estética del estadio, si no también por la parte de la seguridad del mismo ya que han sido varias veces en que parte de la grada ha tenido problemas de hundimientos, algo impropio de una instalación municipal que aglomera tantísima gente cada 15 días.

Cuando parecía que solamente se iban a sustituir el marcador y la iluminación, se ha presentado un gran cambio de cara al campo, incluyendo, principalmente, un cambio en todos los accesos, reducir parte del aforo y cambios en la parte alta de los Goles. Se dejaría para otro momento lo de techar los propios Goles si no se asciende a Primera División, ya que el presupuesto no llega para tanto pero quizá en un futuro no tan lejano...

El lavado de cara va a ser impresionante ya que el Carlos Belmonte adolecía de ser un campo demasiado antiguo, con notables deficiencias y, como decía antes, problemas de seguridad. Solamente hay que estar allí un día de mucha lluvia, con el agua corriendo por las escaleras y entre los cables eléctricos de las antiguas cabinas de información.

La obra se va a desarrollar durante los próximos tres años y meterá a la casa del Albacete Balompié en el siglo XXI con un campo más cómodo y moderno que estará a la altura del resto de estadios españoles que están siendo remodelados en los últimos años.

Es cierto que quién me conozca sabe que desde hace un tiempo he estado defendiendo la construcción de un estadio nuevo en parte de los terrenos de la Ciudad Deportiva, un campo más pequeño con opción de ampliarse en el futuro, de propiedad del club para no depender de un Ayuntamiento que no ha hecho nada más que poner trabas en los últimos años para poder llegar a algo como lo que parece ser que tendremos. De todas formas, veremos qué parte de lo proyectado se cumple y en plazo, si no hay cambios sobre la marcha o si se alargará la cosa.

Quizá, en un futuro, se pueda tener un campo de fútbol en propiedad, si no el propio Carlos Belmonte, otro nuevo, pero eso, sería otra historia, de fantasía por ahora.

Enhorabuena a la propiedad del club por conseguir gestionar esta petición que llevamos haciendo tanto tiempo y poder darle al Albacete Balompié un campo digno para su equipo, su afición y para la sociedad de Albacete, que también se beneficiará de ello.

Había una vez un equipo canalleta

Hacía mucho tiempo que no teníamos esta ilusión por el Alba, ni siquiera en la temporada 2018/19 en la que quedamos 4º y jugamos el play-off de ascenso de la mano de Luis Miguel Ramis se notaba este apoyo y esta euforia por el equipo. Es cierto que esta vez somos unos recién ascendidos y nadie, ni siquiera nosotros, contábamos con hacer este gran año en la competición.

Tenemos un equipo donde lo que más predomina es el trabajo, la unión y, como no, tenemos destellos de mucha calidad, todo ello comandado por un gran entrenador que vino sin hacer ruido, que incluso él no quería venir, pero que se ha hecho un gran nombre, aún más, en el fútbol de plata español, Rubén Albés.

Si le sumamos la confección de la plantilla que ha hecho Alfonso Serrano, en la que destacan por mucho los aciertos sobre los mínimos errores, el cóctel confeccionado nos da un equipo con una gran base de futuro, con la mayoría de jugadores en propiedad, de los que seguramente se vayan los mejores a equipos más potentes pero, esta vez al menos, nos puede repercutir en ingresos económicos que puedan mejorar o apuntalar la plantilla mejor para que lo de este año no sea un espejismo, acabe como acabe, si no un primer paso de futuro en un club, por fin, manejado con cabeza y profesionalismo.

No menos importante es el trabajo que el club lleva haciendo los últimos años en reactivar a una afición que estaba hastiada con las temporadas anteriores vividas, incorporando nuevos fans que beben los vientos por su equipo y que se moviliza en masa para asistir a los partidos en casa y para desplazarse fuera de ella. Es un trabajo lento y difícil, pero que está dando sus frutos después de un tiempo.

Todo esto unido nos da la ilusión que rodea a este equipo que está haciendo una temporada magnífica, con grandes momentos de juego, con cambios de estilo según el momento, con partidos bonitos y con derrotas en las que no nos hemos sentido inferiores al rival. Y gracias que este años hay VAR... bueno, gracias a ratos...

Quedan muy pocas jornadas para poder acceder a cumplir un sueño ya que lo principal ya está hecho, que era mantener la categoría, además con solvencia, como decía antes, para afianzar una base de futuro con un equipo joven, con ilusión y calidad. Tenemos que disfrutar cada momento de los que quedan a esta agonizante temporada 2022/23, porque si algo he aprendido como albacetista es que esto hay que saborearlo ya que tarde en volverse a repetir.

Y... ¿por qué no?