En uno de mis últimos artículos ya defendí a Mario Simón porque pensaba, y sigo pensando, que lo que ha ocurrido esta temporada en el Albacete Balompié no se le puede achacar a este entrenador joven porque ha sido una apuesta de futuro, sabiendo ya cual iba a ser, casi probablemente el resultado final, el cuál se ha confirmado.
Muchas voces se levantaban contra la idea de Mario de usar a los filiales para afrontar estas últimas jornadas de liga y decían que no se estaba descendiendo con honor, como si hubiese algún honor en ello, por lo que pedían una y otra vez el concurso en los partidos de los profesiones, cuando durante las pruebas con canteranos ya jugaban, sí o sí, como mínimo 7 profesionales en cada partido. Pues bien, frente al CD Tenerife jugaron profesionales, todos los que estaban sobre el terreno de juego antes de iniciarse el partido y los que saltaron desde el banquillo y el resultado fue, si cabe, más nefasto, si no en el marcador (comparado solamente con el anterior partido frente al Córdoba CF) si en la imagen ofrecida por esos llamados "profesionales", sobre todo centrado en la imagen de Walid Cherfa, un ex jugador de fútbol con contrato en el Albacete Balompié, el cuál daba síntomas de cansancio desde el minuto 15 de partido.
Lo más curioso del tema es que esas mismas voces que ahora están tan en contra de Mario Simón, de su idea de probar canteranos de cara a la próxima temporada, de ese uso de la cantera, son las mismas que no han parado de pedir por activa y por pasiva el aprovechamiento de la cantera del Albacete Balompié, los que le daban palmaditas en la espalda a Mario cuando se confirmó que se hacía cargo del banquillo del primer equipo, pero claro, ahora es que no conviene que siga Mario en ese banquillo, hay otros intereses más jugosos.
Yo confiaba en que a Mario Simón se le iba a perdonar el final de temporada, fuese el que fuese, porque debíamos darnos cuenta que el uso de tanto canterano era señal de que ya se miraba de cara a la próxima temporada, de mirar si hay alguno aprovechable para Segunda División B y, en caso de que así fuese, tener ya algunos puestos cubiertos a coste mínimo. Pero no, a pesar de que todos, o casi todos, sabíamos que debíamos perdonarle a Mario lo que ocurriese, ya nos hemos olvidado que los principales culpables de este descenso han sido Rafael Candel y todo su Consejo como máximos responsables, Mariano Hernán y Antonio Calderón como responsables de confeccionar esta plantilla, y el 80% de los jugadores que han venido aquí a cobrar y poco más.
En vez de eso hemos dejado que este chico, en vez de disfrutar del premio de jugar unos playoffs de ascenso que él y su equipo se han ganado, se coma todo el marrón generado por otros y encima, algunos se atrevan a achacarle a él la culpa de este descenso.
Mario no se ha quemado, otros intereses lo han quemado.