Siempre he defendido que la afición del Albacete Balompié no es mala como tanto se dice en esta ciudad. Más bien, somos pocos, escasos, pero muy buenos, en general, los que somos. Es cierto que el porcentaje respecto a los habitantes de Albacete es muy pequeño en cuanto a abonados más o menos fijos temporada tras temporada pero de esos pocos no se podrá decir que creamos muchos problemas.
Somos una afición fría a la que nos cuesta llevar en volandas a nuestro equipo con ánimos pero una vez que empezamos es muy difícil pararnos. No somos problemáticos ya que solemos tener buenas salidas a estadios rivales y volvernos sin que existan incidentes, como regla general. Incluso, en ocasiones, se hermanan las aficiones de manera espontánea, sin necesidad de que haya habido antes quedadas.
Tenemos mucha paciencia también con nuestra gente. A nuestros entrenadores y jugadores no se les suele silbar ni abuchear y en más de una ocasión, si ésto ha ocurrido, gran parte del público a acallado a los demás con palmas y cánticos de "ALBA, ALBA".
Y, lo mejor de todo, es que respondemos, siempre, ocurra lo que ocurra. Ya he dicho que somos pocos en porcentaje, se suele decir que somos los 5 ó 6000 de siempre, dependiendo de épocas, pero cuando se ha hecho un llamamiento raro es que el estadio no registre entradas de cerca de los 10000 espectadores. Incluso sin necesidad de que vengan los grandes de la Liga Española ni la Selección hemos conseguido casi llenar el aforo, incluso en Segunda División B.
Es por eso que esta afición nunca se rinde y siempre está y estará al lado de su Albacete Balompié, en las buenas (donde muchos se subirán al carro) y en las malas (donde estaremos "los de siempre"), así que es el momento de ser ese jugador número 12 una vez más, y no recuerdo ya cuántas en las últimas temporadas, y volver a ayudar a nuestros jugadores para sacar la temporada adelante.
Es decir #ElAlbaNoSeRinde y #SuAficiónNoSeRinde.