lunes, marzo 26, 2018

Alegrías con olor a césped

Casi cada semana está el eterno debate de cómo hacer que la gente se anime a ir al Carlos Belmonte y casi nunca acertamos. Que si el horario es malo, que si las entradas son caras, que si la climatología no acompaña, que si el partido coincide con el de algún grande... 

Albacete es una ciudad futbolera pero no es una ciudad albacetista. Bueno, quizá sí, pero no como primera opción. Que seamos incondicionales del Alba somos los 5-6 mil de siempre, más o menos, el resto suele ser del Alba cuando se está jugando algo de verdad. No hay nada malo en reconocerlo.

En Albacete estamos acostumbrados a ver pocas camisetas y chándals del Alba por la calle, en los colegios, en las cafeterías o, hasta en ocasiones, en el Carlos Belmonte. Quizá esto último es un poco exagerado pero no es ajeno a nadie ver otras camisetas u otros chándals en nuestro propio estadio en cada jornada de Liga, incluso a veces de rivales. Estamos acostumbrados a que si nos preguntan de qué equipo somos y contestamos del Alba nos digan que no, que se refieren de Primera División o de los equipos buenos.

Para que la afición del Alba vaya al Carlos Belmonte solamente necesita que ese día juegue el equipo en casa, contra quien sea y estando en la posición que esté, aunque caigan chuzos de punta o estemos en medio de un huracán. Para que los habitantes de Albacete vayan al Carlos Belmonte, el equipo debe de estar jugándose algo, preferiblemente, por la parte alta de la clasificación y si las entradas están a un precio asequible, regaladas o con alguna promoción y poniendo el horario que no coincida con ningún Clásico, partido de Champions, partido clave de Liga, eliminatoria de Copa del Rey, rueda de prensa del súper entrenador de turno, la presentación del megacrack del año, gala del Balón de Oro de la publicidad o entrenamiento televisado del mejor equipo del siglo XX ó XXI. Nada más. Y así es la triste realidad que vivimos con el fútbol moderno.

Y, por desgracia, creo que no es algo exclusivo de Albacete ya que gracias a la Liga y a los medios a nivel nacional, la gente en general está más pendiente del peinado de la estrella mediática del momento que de la plantilla que tiene el equipo de su ciudad. Esa gente está acostumbrada a ser de un equipo ganador y poder celebrar cada poco tiempo un éxito o el fichaje más caro de la historia de esa temporada. Porque hasta en los medios deportivos que tendrían que tener por bandera a sus equipos locales, provinciales o regionales, se le da minutos a esos otros equipos.

¿Y contra eso cómo se lucha? Con grandes fichajes no. Con un gran juego de tiki taka casi que tampoco. Con resultados de victorias aseguradas cada 7 días es complicado. Con títulos... jajajaja.

Pues es una lucha complicada, que va a suponer mucho tiempo de nuevo para dejarlo como estaba antes, que no estaba tampoco para tirar cohetes pero no era lo vergonzante que es ahora, y poco a poco intentar recuperar terreno para que seamos de nuestro equipo de verdad y podamos ayudarlo a seguir con vida ante la voracidad y la avaricia del fútbol moderno, que no solamente se llevan los títulos, el dinero de la televisiones, los jugadores con un poco de talento, ahora también nos roban los aficionados. Eso sí, somos pocos pero muy buenos.

Pero más pena me dan ellos que solamente tienen títulos de LCD y de plasma, mientras nosotros tenemos sufrimiento y alegrías con olor a césped.

martes, marzo 20, 2018

De héroes y de villanos

No sé si es normal en ocasiones lo de este Albacete Balompié. Supongo que sí y que ocurrirá en otros equipos. En parte es gracioso ver con qué rapidez alzamos a los altares de nuestra historia a algunos jugadores que venían como auténticos villanos a este club, y viceversa con esos futbolistas a los que hemos amado sobremanera en ocasiones y ahora no podemos ni mentar. Lo mismo con algunos entrenadores, claro.

En los últimos tiempos hemos tenido algún caso muy notable, especialmente llamativo fue el de Antonio Sánchez de la Calle. Un futbolista que llegó en el mercado invernal de la 2006/07 y en solamente media temporada, consiguió ser el máximo goleador del Albacete Balompié aquel año y un ídolo para la afición. Pero se marchó por la puerta de atrás de tal manera que pasó a ser enemigo público número 1 en el Carlos Belmonte y dicho por el propio jugador, su sentimiento fue más o menos igual a la inversa con Albacete, el club y la misma afición. Pero lo de Calle fue curioso porque al final, hizo el camino opuesto regresando, otro mercado de invierno, en la temporada 2010/11 para terminar descendiendo con el equipo a Segunda División B pero ganándose a la afición en los 3 años siguientes a base de goles, garra, trabajo, lucha y un ansiado ascenso de nuevo al fútbol profesional. Un histórico del Alba a día de hoy.

Y es que así somos en Albacete con nuestro fútbol, impacientes, fieles, fríos, nada conformistas y, sobre todo, de extremos a la hora de alabar o de hundir. Si ganamos dos partidos seguidos, estamos casi para jugar la próxima Champions, pero ¡ay, amigo!, como perdamos dos seguidos en fácil que seamos carne de cañón hasta con el último clasificado en la liga de veteranos del IMD.

Con Juan Ignacio Martínez pasó también algo similar después de tener un enganchón con el mítico delegado Pedro Martínez Bravo tras una expulsión en el Carlos Belmonte como entrenador rival ya que en la temporada siguiente, fue nuestro entrenador y aunque no terminó la temporada por chanchullos varios de aquella Directiva, a día de hoy sigo recordándolo como uno de los mejores entrenadores de los últimos años, sobre todo, por su gestión de cantera.

Toda esta retahíla del abuelo Cebolleta viene porque parece ser que quieren un nuevo caso esta temporada con Roman Zozulia, el héroe del Alba en la primera mitad de la temporada, el ídolo de la afición, nuestro jugador franquicia y el buque insignia de este equipo, que lleva 6 semanas lesionado por lo que simplemente parecía un esguince de tobillo y ahora dicen que está castigado hasta que no renueve su contrato.

Parece que nos gusta buscar algo alrededor de lo deportivo siempre en lo que entretenernos cuando lo demás funciona y ahora puede que convirtiendo al ucraniano en un nuevo villano, podamos seguir sumando en esta larga lista a un nuevo jugador. Una lesión que, quizás, simplemente se ha complicado más de lo esperado y ya están saliendo rumores de que hay algo más detrás. Ya hay un intento de nuevo villano en nuestro club.

Vamos a esperar a ver qué ocurre con ese maldito tobillo. Vamos a esperar a ver en qué zona de la tabla acabamos la temporada. Vamos a esperar a que se abra de nuevo el mercado veraniego. Entonces decidamos qué queremos opinar de cada uno de los miembros de esta plantilla. Pero no ahora, que tenemos que remar juntos, que la parte institucional funciona tan bien, que estamos a 2 partidos y medio de nuestro primer y más importante objetivo de la temporada.

Yo sigo queriendo al héroe Zozulia, el que está remando con nosotros, luchando por nuestro objetivo, lleno de ambición, luchador y ganador en cada partido. Sigue siendo RZ7 y lo seguirá siendo hasta que vista nuestra camiseta y se deje sudor, lágrimas y sangre en marcar un nuevo gol para los colores del Albacete Balompié.

Vamos a disfrutar de nuestros héroes que los villanos ya irán llegando ellos solos.

viernes, marzo 09, 2018

Los de aquí y los de allí

En Albacete siempre hemos presumido de lo nuestro, de lo que es de aquí. Y en el Albacete Balompié no podría ser menos, siempre hemos defendido que es de aquí, de Albacete, de los albaceteños, nuestro.

Por eso, cuando hace unos pocos años vino alguien de fuera, de Madrid, a hacerse con la mayoría de acciones del club y quedarse como dueño y Presidente del club, hubo tanto rechazo, primero de todo por el simple hecho de "no ser de Albacete" y después ya llegaron otras cuestiones. ¿Y por qué?

Siempre nos ha gustado presumir de que el Albacete Balompié es nuestro pero nuestros mejores entrenadores han sido de Asturias y de Valencia. Entre los mejores jugadores de nuestra historia encontramos a uruguayos, costarricenses, valencianos... Y sí, también hay albaceteños entre esos entrenadores y esos jugadores, aunque fuesen en categorías más humildes pero los ha habido.

Resulta que es algo que nos molesta solamente cuando la cosa está en dirigir este club porque ha habido una mentira tan repetida a lo largo de los últimos casi 30 años que muchos se la habían creído de verdad, que desde que este club se convirtió en S. A. D. era de todos, de los albaceteños... pero siempre lo dirigían los mismos, los verdaderos dueños, los que aglutinaban la mayoría de acciones de esta empresa.

Todo esto viene porque al final ha venido gente de muy fuera, de fuera de España, para empezar a dirigir al club como un club profesional del siglo XXI y, de momento, el cambio se nota y mucho para bien. Aunque es cierto que apenas llevan unos meses porque ni llega al año, en este poco tiempo se nota que han puesto al frente a gente que sabe de qué va esto, como Víctor Varela, el CEO del Albacete Balompié, cargo que a dirigentes anteriores les puede sonar a cualquier cosa que nada tenga que ver con mandar.

Es verdad que Garrido y su equipo, cuando cogieron las riendas, sentaron unas muy buenas bases para empezar a profesionalizar al club, dejando de lado lo que se había convertido en un cortijo de cuatro, llevando las distintas parcelas a otro nivel pero ahora es cuando esas bases se han convertido en fuertes cimientos para empezar a despegar como es debido.

En un club de fútbol lo más importante es la parcela deportiva, sin duda, pero no puedes olvidar otras partes importantes como son el marketing, hoy en día la RRSS o la imagen que proyectas al exterior para ganar aficionados, y en eso hemos ganado, y mucho, con la llegada de la gente de fuera.

Hay que estar agradecido a todo el mundo que ha llevado al Albacete Balompié a ser lo que es hoy en día pero dejen paso a gente nueva, a gente de fuera, con formación e ideas para hacer de este club algo más grande, algo más importante, algo mejor que ese pequeño club familiar que manejaban unos pocos al servicio de los mismos.

Creo que este verano ha habido un punto de inflexión, un antes y un después, un momento en el cuál este club ha despegado de verdad, quitándose esa maldita deuda histórica con Hacienda que, los de aquí, los murciélagos del escudo, los de los golpes en el pecho, no habían hecho nada más que agrandar y agrandar con gastos innecesarios y, a veces, sospechosos. Los que no son de aquí, los que no aman tanto a este escudo ni conocen esta ciudad han profesionalizado un club con potencial y es a partir de ahora cuando podemos soñar con ver a este equipo en metas más altas pero también de olvidarnos de largos veranos sufriendo por si el Albacete Balompié no salía a competir en la primera jornada de cada temporada.

Ojalá, este sea el inicio de un gran, largo y bonito sueño. Gracias a los de aquí pero también a los de allí.