sábado, octubre 06, 2018

Del descenso a regional a campeón de la Champions... y viceversa

En el Albacete Balompié siempre hemos dicho que tenemos una afición un poco extremista. En cuanto ganamos dos partidos seguidos está claro que vamos a lucha por el ascenso, ¿qué digo luchar por el ascenso? Vamos a ascender directos y con honores de gran Campeón. Eso sí, también está claro que nos ganaría cualquier equipo juvenil de media tabla de las ligas del IMD cuando perdemos dos partidos seguidos por lo arrastraos y gandules que son nuestros jugadores. Todo ello en una misma temporada, ¿por qué no?
Esta temporada la hemos comenzado de manera inmejorable, tanto que ya son muchos los que dan por seguro un ascenso a Primera División. Pero claro, en estos últimos partidos hemos visto carencias en el equipo, sobre todo en los últimos partidos en casa en los que nos han empatado en los últimos minutos. Esto ya ha hecho que se empiece con el run run que suele acompañar las gradas del Carlos Belmonte cuando las cosas no van tan bien como creemos que deberían ir.
Es cierto que hay cosas que mejorar en este equipo, sobre todo a la hora de cerrar los partidos ya que vemos que si nos adelantamos en el marcador, nos echamos atrás y dejamos la iniciativa al rival. Pero no es menos cierto que la temporada acaba de comenzar, que llevamos 7 jornadas de liga y aún así, estamos en una media de puntos que nos acercan rápidamente al primer y más importante que deberíamos tener todos en mente: la permanencia.
Todos queremos ver a nuestro Alba lo más alto posible y todos soñamos con un ansiado ascenso de categoría de nuevo para disfrutar de las mieles de la Primera División pero no podemos olvidar jamás de dónde venimos y lo cerca que hemos estado de decirle adiós a nuestro club en más de una ocasión... y de dos. Y una vez que consigamos sumar 50-51 puntos, soñemos, todos juntos, con el ascenso. Pero empecemos la casa por los cimientos y tengamos tranquilidad en sumar ladrillos poco a poco.
Necesitamos tranquilidad, apoyo y no descentrarnos de lo que realmente busca este equipo, permanecer en el fútbol profesional para seguir manteniendo vivo un proyecto tan bonito.

jueves, septiembre 06, 2018

Pocos pero buenos

Hay algo de lo que estoy muy cansado de escuchar y es que el Alba no tiene una buena afición. No, mira, perdona, lo que no tiene el Alba es una afición muy numerosa pero ¿buena? De las mejores.
Siempre hay quien confunde cantidad con calidad y es porque los albacetistas somos minoritarios en esta ciudad (triste pero cierto) tras los aficionados de equipos que juegan a varios cientos de kilómetros de aquí. Somos pocos, sí, pero somos buenos.
Este pasado domingo, en el partido frente al Córdoba CF, vi algo que, o no he visto nunca antes, o hacía tanto tiempo que no veía que no lo recuerdo: una ovación al equipo cuando se retiraban a vestuarios en el descanso de los primeros cuarenta y cinco minutos. Inaudito.
Y eso demuestra que somos buenos. Es cierto que el equipo se iba al descanso con dos goles por delante de los andaluces y jugando bien pero tampoco estábamos dando un recital de juego como en tiempos mejores, por eso me chocó dicho aplauso, aunque colaboré con ello, por supuesto.
Claro, que si pensamos de donde venimos y lo que estamos viendo estas primeras semanas, quizá ahí se entienda un poquito más. Porque somos pocos, pero somos buenos y con poquito que nos den los jugadores, encima somos agradecidos. ¿Cuántas veces no habremos arrancado a aplaudir por una jugada bonita a pesar de ver que el rival nos comía? ¿O por un tiro a puerta que se ha ido por poco hacia fuera?
 
El caso es que tras varios meses sin ver fútbol en el Carlos Belmonte por parte de nuestro Albacete Balompié, ahora estamos ilusionados con lo que vemos y, con poquito, vamos a responder a estos jugadores dándoles ánimos y vítores.

Y este año puede ser que lleguemos a tener el máximo número de abonados que hemos tenido nunca en Segunda División: 8000 abonados, o más. Pero seguimos siendo pocos en una ciudad de casi 200000 habitantes con otros casi 30000 habitantes más a tiro de piedra y con un club que está haciendo las cosas bien y unos jugadores que están respondiendo así estas primeras semanas de competición. Pero eso sí, somos buenos.

jueves, agosto 23, 2018

La ilusión del trabajo bien hecho

No es habitual en este, nuestro Albacete Balompié, que haya un sentimiento tan unánime de conformidad con lo que se hace en verano en los despachos que manejan la parte deportiva del club, algo que este año no está ocurriendo y es a lo que no estamos acostumbrados como afición sufridora de por sí.

Cuando a principios de verano se marchó Nico Rodríguez, el Director Deportivo, que se supone estuvo toda la temporada pasada analizando qué faltaba y qué sobraba en el equipo para este nuevo curso, muchos pensamos que, o dejaba trabajo hecho o iba a tocar improvisar... otra vez.

Pero según ha ido avanzando el mercado estival, tras la incorporación de Mauro Pérez como sustituto del anterior, hemos ido viendo, de manera satisfactoria, que la plantilla del Albacete Balompié se ha ido formando con gente que, sobre el papel, está más que capacitada para sobresalir en la categoría de plata. Al igual que las salidas de jugadores no han sido traumáticas para la ilusión de la afición, quitando tal vez el cedido Saveljich ya que no dependía del Alba su continuidad a 30 de junio, porque los jugadores que han salido dan un salto de calidad en Segunda División B pero no tanto en el fútbol profesional.

Hemos conjuntado una plantilla llena de calidad, juventud y ganas, con un míster al frente, Luis Miguel Ramis, que está probando todo tipo de variantes, alineaciones y tácticas para exprimir al máximo a sus nuevos jugadores y que puedan dar todo lo que tienen en sus piernas. Es por lo que esta temporada ya hemos visto más fútbol en competición oficial que toda la temporada pasada. Solamente faltan un par de piezas más para terminar de generarnos esa ilusión de manera más profunda, incluyendo al central argentino-montenegrino para comandar la defensa y, tal vez, algún extremo más que suba y baje la banda como un diablo.

Aunque, claro, por muy buen fútbol que se vea, eso no asegura resultados y la ilusión de todos se alimenta siempre de que la pelotita entre en la red al menos una vez más que la del contrario. Pero al menos vemos un buen comienzo de camino, algo que no es habitual con este equipo, ya que pocas veces hemos empezado un año tan ilusionados por algo pero teniendo en mente que eso no significa que no vayamos a sufrir en tramos de la temporada.

Si hay gente que sabe analizar bien esta situación, es gente que conoce el sentimiento albacetista al 100% porque tienen el ADN de este club bien estudiado y su escudo dentro hasta la médula, y como dicen @MichelBarbaFDZ y @CesarHurtado en sus perfiles de Twitter, que con el Albacete Balompié esté todo tan bien trabajado y generando tanta ilusión a su afición solamente puede acabar de dos maneras: con el ascenso entre honor y gloria o en el más estrepitoso descenso de categoría entre lágrimas y berrinches. Que sea lo primero.

lunes, marzo 26, 2018

Alegrías con olor a césped

Casi cada semana está el eterno debate de cómo hacer que la gente se anime a ir al Carlos Belmonte y casi nunca acertamos. Que si el horario es malo, que si las entradas son caras, que si la climatología no acompaña, que si el partido coincide con el de algún grande... 

Albacete es una ciudad futbolera pero no es una ciudad albacetista. Bueno, quizá sí, pero no como primera opción. Que seamos incondicionales del Alba somos los 5-6 mil de siempre, más o menos, el resto suele ser del Alba cuando se está jugando algo de verdad. No hay nada malo en reconocerlo.

En Albacete estamos acostumbrados a ver pocas camisetas y chándals del Alba por la calle, en los colegios, en las cafeterías o, hasta en ocasiones, en el Carlos Belmonte. Quizá esto último es un poco exagerado pero no es ajeno a nadie ver otras camisetas u otros chándals en nuestro propio estadio en cada jornada de Liga, incluso a veces de rivales. Estamos acostumbrados a que si nos preguntan de qué equipo somos y contestamos del Alba nos digan que no, que se refieren de Primera División o de los equipos buenos.

Para que la afición del Alba vaya al Carlos Belmonte solamente necesita que ese día juegue el equipo en casa, contra quien sea y estando en la posición que esté, aunque caigan chuzos de punta o estemos en medio de un huracán. Para que los habitantes de Albacete vayan al Carlos Belmonte, el equipo debe de estar jugándose algo, preferiblemente, por la parte alta de la clasificación y si las entradas están a un precio asequible, regaladas o con alguna promoción y poniendo el horario que no coincida con ningún Clásico, partido de Champions, partido clave de Liga, eliminatoria de Copa del Rey, rueda de prensa del súper entrenador de turno, la presentación del megacrack del año, gala del Balón de Oro de la publicidad o entrenamiento televisado del mejor equipo del siglo XX ó XXI. Nada más. Y así es la triste realidad que vivimos con el fútbol moderno.

Y, por desgracia, creo que no es algo exclusivo de Albacete ya que gracias a la Liga y a los medios a nivel nacional, la gente en general está más pendiente del peinado de la estrella mediática del momento que de la plantilla que tiene el equipo de su ciudad. Esa gente está acostumbrada a ser de un equipo ganador y poder celebrar cada poco tiempo un éxito o el fichaje más caro de la historia de esa temporada. Porque hasta en los medios deportivos que tendrían que tener por bandera a sus equipos locales, provinciales o regionales, se le da minutos a esos otros equipos.

¿Y contra eso cómo se lucha? Con grandes fichajes no. Con un gran juego de tiki taka casi que tampoco. Con resultados de victorias aseguradas cada 7 días es complicado. Con títulos... jajajaja.

Pues es una lucha complicada, que va a suponer mucho tiempo de nuevo para dejarlo como estaba antes, que no estaba tampoco para tirar cohetes pero no era lo vergonzante que es ahora, y poco a poco intentar recuperar terreno para que seamos de nuestro equipo de verdad y podamos ayudarlo a seguir con vida ante la voracidad y la avaricia del fútbol moderno, que no solamente se llevan los títulos, el dinero de la televisiones, los jugadores con un poco de talento, ahora también nos roban los aficionados. Eso sí, somos pocos pero muy buenos.

Pero más pena me dan ellos que solamente tienen títulos de LCD y de plasma, mientras nosotros tenemos sufrimiento y alegrías con olor a césped.

martes, marzo 20, 2018

De héroes y de villanos

No sé si es normal en ocasiones lo de este Albacete Balompié. Supongo que sí y que ocurrirá en otros equipos. En parte es gracioso ver con qué rapidez alzamos a los altares de nuestra historia a algunos jugadores que venían como auténticos villanos a este club, y viceversa con esos futbolistas a los que hemos amado sobremanera en ocasiones y ahora no podemos ni mentar. Lo mismo con algunos entrenadores, claro.

En los últimos tiempos hemos tenido algún caso muy notable, especialmente llamativo fue el de Antonio Sánchez de la Calle. Un futbolista que llegó en el mercado invernal de la 2006/07 y en solamente media temporada, consiguió ser el máximo goleador del Albacete Balompié aquel año y un ídolo para la afición. Pero se marchó por la puerta de atrás de tal manera que pasó a ser enemigo público número 1 en el Carlos Belmonte y dicho por el propio jugador, su sentimiento fue más o menos igual a la inversa con Albacete, el club y la misma afición. Pero lo de Calle fue curioso porque al final, hizo el camino opuesto regresando, otro mercado de invierno, en la temporada 2010/11 para terminar descendiendo con el equipo a Segunda División B pero ganándose a la afición en los 3 años siguientes a base de goles, garra, trabajo, lucha y un ansiado ascenso de nuevo al fútbol profesional. Un histórico del Alba a día de hoy.

Y es que así somos en Albacete con nuestro fútbol, impacientes, fieles, fríos, nada conformistas y, sobre todo, de extremos a la hora de alabar o de hundir. Si ganamos dos partidos seguidos, estamos casi para jugar la próxima Champions, pero ¡ay, amigo!, como perdamos dos seguidos en fácil que seamos carne de cañón hasta con el último clasificado en la liga de veteranos del IMD.

Con Juan Ignacio Martínez pasó también algo similar después de tener un enganchón con el mítico delegado Pedro Martínez Bravo tras una expulsión en el Carlos Belmonte como entrenador rival ya que en la temporada siguiente, fue nuestro entrenador y aunque no terminó la temporada por chanchullos varios de aquella Directiva, a día de hoy sigo recordándolo como uno de los mejores entrenadores de los últimos años, sobre todo, por su gestión de cantera.

Toda esta retahíla del abuelo Cebolleta viene porque parece ser que quieren un nuevo caso esta temporada con Roman Zozulia, el héroe del Alba en la primera mitad de la temporada, el ídolo de la afición, nuestro jugador franquicia y el buque insignia de este equipo, que lleva 6 semanas lesionado por lo que simplemente parecía un esguince de tobillo y ahora dicen que está castigado hasta que no renueve su contrato.

Parece que nos gusta buscar algo alrededor de lo deportivo siempre en lo que entretenernos cuando lo demás funciona y ahora puede que convirtiendo al ucraniano en un nuevo villano, podamos seguir sumando en esta larga lista a un nuevo jugador. Una lesión que, quizás, simplemente se ha complicado más de lo esperado y ya están saliendo rumores de que hay algo más detrás. Ya hay un intento de nuevo villano en nuestro club.

Vamos a esperar a ver qué ocurre con ese maldito tobillo. Vamos a esperar a ver en qué zona de la tabla acabamos la temporada. Vamos a esperar a que se abra de nuevo el mercado veraniego. Entonces decidamos qué queremos opinar de cada uno de los miembros de esta plantilla. Pero no ahora, que tenemos que remar juntos, que la parte institucional funciona tan bien, que estamos a 2 partidos y medio de nuestro primer y más importante objetivo de la temporada.

Yo sigo queriendo al héroe Zozulia, el que está remando con nosotros, luchando por nuestro objetivo, lleno de ambición, luchador y ganador en cada partido. Sigue siendo RZ7 y lo seguirá siendo hasta que vista nuestra camiseta y se deje sudor, lágrimas y sangre en marcar un nuevo gol para los colores del Albacete Balompié.

Vamos a disfrutar de nuestros héroes que los villanos ya irán llegando ellos solos.

viernes, marzo 09, 2018

Los de aquí y los de allí

En Albacete siempre hemos presumido de lo nuestro, de lo que es de aquí. Y en el Albacete Balompié no podría ser menos, siempre hemos defendido que es de aquí, de Albacete, de los albaceteños, nuestro.

Por eso, cuando hace unos pocos años vino alguien de fuera, de Madrid, a hacerse con la mayoría de acciones del club y quedarse como dueño y Presidente del club, hubo tanto rechazo, primero de todo por el simple hecho de "no ser de Albacete" y después ya llegaron otras cuestiones. ¿Y por qué?

Siempre nos ha gustado presumir de que el Albacete Balompié es nuestro pero nuestros mejores entrenadores han sido de Asturias y de Valencia. Entre los mejores jugadores de nuestra historia encontramos a uruguayos, costarricenses, valencianos... Y sí, también hay albaceteños entre esos entrenadores y esos jugadores, aunque fuesen en categorías más humildes pero los ha habido.

Resulta que es algo que nos molesta solamente cuando la cosa está en dirigir este club porque ha habido una mentira tan repetida a lo largo de los últimos casi 30 años que muchos se la habían creído de verdad, que desde que este club se convirtió en S. A. D. era de todos, de los albaceteños... pero siempre lo dirigían los mismos, los verdaderos dueños, los que aglutinaban la mayoría de acciones de esta empresa.

Todo esto viene porque al final ha venido gente de muy fuera, de fuera de España, para empezar a dirigir al club como un club profesional del siglo XXI y, de momento, el cambio se nota y mucho para bien. Aunque es cierto que apenas llevan unos meses porque ni llega al año, en este poco tiempo se nota que han puesto al frente a gente que sabe de qué va esto, como Víctor Varela, el CEO del Albacete Balompié, cargo que a dirigentes anteriores les puede sonar a cualquier cosa que nada tenga que ver con mandar.

Es verdad que Garrido y su equipo, cuando cogieron las riendas, sentaron unas muy buenas bases para empezar a profesionalizar al club, dejando de lado lo que se había convertido en un cortijo de cuatro, llevando las distintas parcelas a otro nivel pero ahora es cuando esas bases se han convertido en fuertes cimientos para empezar a despegar como es debido.

En un club de fútbol lo más importante es la parcela deportiva, sin duda, pero no puedes olvidar otras partes importantes como son el marketing, hoy en día la RRSS o la imagen que proyectas al exterior para ganar aficionados, y en eso hemos ganado, y mucho, con la llegada de la gente de fuera.

Hay que estar agradecido a todo el mundo que ha llevado al Albacete Balompié a ser lo que es hoy en día pero dejen paso a gente nueva, a gente de fuera, con formación e ideas para hacer de este club algo más grande, algo más importante, algo mejor que ese pequeño club familiar que manejaban unos pocos al servicio de los mismos.

Creo que este verano ha habido un punto de inflexión, un antes y un después, un momento en el cuál este club ha despegado de verdad, quitándose esa maldita deuda histórica con Hacienda que, los de aquí, los murciélagos del escudo, los de los golpes en el pecho, no habían hecho nada más que agrandar y agrandar con gastos innecesarios y, a veces, sospechosos. Los que no son de aquí, los que no aman tanto a este escudo ni conocen esta ciudad han profesionalizado un club con potencial y es a partir de ahora cuando podemos soñar con ver a este equipo en metas más altas pero también de olvidarnos de largos veranos sufriendo por si el Albacete Balompié no salía a competir en la primera jornada de cada temporada.

Ojalá, este sea el inicio de un gran, largo y bonito sueño. Gracias a los de aquí pero también a los de allí.