Son pocas las alegrías que en los últimos tiempos nos da nuestro Albacete Balompié pero cuando llega una como la de anoche suele merecer la pena esperar tanto por ella.
Seguramente en la vuelta nos metan suficientes goles como para eliminarnos de manera clara, seguramente lo de anoche será un bonito recuerdo dentro de dos semanas y no vaya más allá, seguramente deberíamos centrarnos en la Liga y olvidarnos de la Copa porque será muy difícil avanzar más en ella, pero nadie nos podrá quitar lo que sufrimos, disfrutamos y celebramos lo de anoche.
El equipo de Antonio Gómez está preparado para jugar contra equipos como el Atlético de Madrid, que no se encierran atrás ni hacen cerrojazos en sus partidos, que les gusta jugar al fútbol y darle vidilla al balón, por eso anoche hicimos mucho mejor partido que los colchoneros, además, la motivación de nuestros jugadores era extra y el entrenador madrileño les había enseñado cómo jugar al equipo grande.
Este tipo de victorias son las que hacen que merezca la pena ser seguidor del equipo humilde y dejar de lado tanto equipo grande hecho a base de talonario y de esquilmar canteras rivales. Seguramente, anoche Andrés Iniesta estaría tan orgulloso como cualquier otro aficionado del Albacete Balompié.
Ahora hay que cambiar el chip cuanto antes, centrarnos en la UB Conquense, nuestro próximo rival en la Liga, traernos a casa esos 3 puntos importantísimos y seguir pensando en meternos en los play off de ascenso a Segunda División. Si Antonio Gómez consigue inculcar a los jugadores las mismas ganas y entrega de anoche en los siguientes partidos ligueros que nos quedan el sueño de volver al fútbol profesional estaría mucho más cerca que hace unas horas.
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