Esa es la duda que me surgió hace unos días al comprobar que, a pesar de sus discretos partidos, Barkero le había quitado el puesto de titular a Juan Carlos Sanz.
Me acordé de Ludovic Delporte en su última temporada en el Alba (supongo que por jugar en la misma posición), pero después de mirar en www.CarlosBelmonte.com recordé en que el año pasado ocurrió lo mismo con Sergio Santamaría, y de manera similar, con Bermejo y Pacheco.
¿Qué es lo que ocurre en el vestuario? ¿Por qué algunos jugadores, aunque jueguen bien, desaparecen del equipo titular con tanta frecuencia? ¿Es cierto que si no acuden a las comidas para hacer equipo le ponen la cruz?
Uno de esos desaparecidos, Cañas, parece ser que finalmente será el que sustituya al sancionado Cámara en el centro del campo (Artículo anterior). A principio de temporada se dijo que estaba lesionado, después que estaba bajo de forma, y ahora, tras un partido de Copa y 4 minutos en Liga, este domingo será titular en Álava.
Durante la polémica con Pacheco se dijo que había cuestionado al míster por no ser titular, y que después no le informó de su cesión al rival de este domingo hasta que Ferrando no lo había convocado para un partido que, evidentemente, no podría jugar por la cesión. Eso le ha costado este año el no jugar ni un solo minuto con la camiseta blanca.
Entonces la duda es si para Ferrando cuenta por igual la calidad como jugador que como persona, o prima la segunda sobre la primera. ¿Por qué, en un equipo de fútbol profesional, se puede dejar a un jugador en el banquillo, superior en calidad a otros, por no coincidir en la forma de pensar del entrenador?
Como bien apunta el usuario Don Quijote en el foro www.CarlosBelmonte.com, quizás sería más rentable seguir con esos jugadores (que, curiosamente, no están ya en el Alba) y dejar marchar al entrenador.
Fotografías de As.com, Albacete-bp.es, Albacity.org y LaVerdad.es
Fotomontaje personal.
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