Una nueva derrota y sumamos 6 jornadas consecutivas sin conseguir una victoria. Esta vez tocó ante la UD Salamanca en un partido que perfectamente podría haber acabado en un empate, pero que otra vez nos tocó perder.
Al menos esta vez el Albacete Balompié dio una mejor imagen que en partidos anteriores, una ligera mejora que no se tradujo en el resultado pues un nuevo error de la defensa manchega valió para que los puntos se los quedase el rival.
Impotencia es la palabra que más se repite entre la afición, pues ya muchos ni se enfadan ni tienen rabia al ver cómo el Albacete Balompié va en barrena hacia los puestos de descenso, en los cuales todavía no hemos caído porque los cuatro equipos que van por debajo, de momento, han demostrado que no dan para más y lo peor es que uno de ellos ya nos ha ganado y otro nos ha sacado un empate, por lo que siguiendo así no tardaremos en codearnos con ellos.
Sigue siendo inexplicable el cambio dado desde las primeras jornadas hasta estas últimas, un cambio que no voy a volver a describir, pues lo llevo haciendo las últimas 6 jornadas y creo que ha quedado más que claro. Ahora es el momento de empezar a tomar decisiones drásticas por parte del entrenador y empezar a estudiar las piezas de nuestra plantilla hasta poder dar con un engranaje que consiga darnos puntos y estabilidad, aunque solamente sea contra los equipos que nos rodean en la tabla, pero al menos ganarles a todos esos. Y firmemente creo en que Antonio Calderón pueda dar con la clave para conseguir dicho éxito pues ha demostrado ser un entrenador trabajador y que hace de todos sus equipos unos currantes que pueden sacar adelante este tipo de decisiones, pero tiene que empezar a conseguirlo cuanto antes.
Además, los jugadores, algunos, deberían empezar a implicarse de verdad y demostrar que no son jugadores de Segunda División B y quieren quedarse en esta categoría, incluidos los que han sido estrellas y grandes jugadores, que ahora deben demostrar ese talento que llevan dentro y tirar del carro.
En fin, que una jornada más acabamos defraudados y sin entender por qué todas las temporadas tenemos que sufrir así sin más aliciente que ser aficionados al Albacete Balompié.
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