En Albacete siempre hemos presumido de lo nuestro, de lo que es de aquí. Y en el Albacete Balompié no podría ser menos, siempre hemos defendido que es de aquí, de Albacete, de los albaceteños, nuestro.
Por eso, cuando hace unos pocos años vino alguien de fuera, de Madrid, a hacerse con la mayoría de acciones del club y quedarse como dueño y Presidente del club, hubo tanto rechazo, primero de todo por el simple hecho de "no ser de Albacete" y después ya llegaron otras cuestiones. ¿Y por qué?
Siempre nos ha gustado presumir de que el Albacete Balompié es nuestro pero nuestros mejores entrenadores han sido de Asturias y de Valencia. Entre los mejores jugadores de nuestra historia encontramos a uruguayos, costarricenses, valencianos... Y sí, también hay albaceteños entre esos entrenadores y esos jugadores, aunque fuesen en categorías más humildes pero los ha habido.
Resulta que es algo que nos molesta solamente cuando la cosa está en dirigir este club porque ha habido una mentira tan repetida a lo largo de los últimos casi 30 años que muchos se la habían creído de verdad, que desde que este club se convirtió en S. A. D. era de todos, de los albaceteños... pero siempre lo dirigían los mismos, los verdaderos dueños, los que aglutinaban la mayoría de acciones de esta empresa.
Todo esto viene porque al final ha venido gente de muy fuera, de fuera de España, para empezar a dirigir al club como un club profesional del siglo XXI y, de momento, el cambio se nota y mucho para bien. Aunque es cierto que apenas llevan unos meses porque ni llega al año, en este poco tiempo se nota que han puesto al frente a gente que sabe de qué va esto, como Víctor Varela, el CEO del Albacete Balompié, cargo que a dirigentes anteriores les puede sonar a cualquier cosa que nada tenga que ver con mandar.
Es verdad que Garrido y su equipo, cuando cogieron las riendas, sentaron unas muy buenas bases para empezar a profesionalizar al club, dejando de lado lo que se había convertido en un cortijo de cuatro, llevando las distintas parcelas a otro nivel pero ahora es cuando esas bases se han convertido en fuertes cimientos para empezar a despegar como es debido.
En un club de fútbol lo más importante es la parcela deportiva, sin duda, pero no puedes olvidar otras partes importantes como son el marketing, hoy en día la RRSS o la imagen que proyectas al exterior para ganar aficionados, y en eso hemos ganado, y mucho, con la llegada de la gente de fuera.
Hay que estar agradecido a todo el mundo que ha llevado al Albacete Balompié a ser lo que es hoy en día pero dejen paso a gente nueva, a gente de fuera, con formación e ideas para hacer de este club algo más grande, algo más importante, algo mejor que ese pequeño club familiar que manejaban unos pocos al servicio de los mismos.
Creo que este verano ha habido un punto de inflexión, un antes y un después, un momento en el cuál este club ha despegado de verdad, quitándose esa maldita deuda histórica con Hacienda que, los de aquí, los murciélagos del escudo, los de los golpes en el pecho, no habían hecho nada más que agrandar y agrandar con gastos innecesarios y, a veces, sospechosos. Los que no son de aquí, los que no aman tanto a este escudo ni conocen esta ciudad han profesionalizado un club con potencial y es a partir de ahora cuando podemos soñar con ver a este equipo en metas más altas pero también de olvidarnos de largos veranos sufriendo por si el Albacete Balompié no salía a competir en la primera jornada de cada temporada.
Ojalá, este sea el inicio de un gran, largo y bonito sueño. Gracias a los de aquí pero también a los de allí.
Creo que este verano ha habido un punto de inflexión, un antes y un después, un momento en el cuál este club ha despegado de verdad, quitándose esa maldita deuda histórica con Hacienda que, los de aquí, los murciélagos del escudo, los de los golpes en el pecho, no habían hecho nada más que agrandar y agrandar con gastos innecesarios y, a veces, sospechosos. Los que no son de aquí, los que no aman tanto a este escudo ni conocen esta ciudad han profesionalizado un club con potencial y es a partir de ahora cuando podemos soñar con ver a este equipo en metas más altas pero también de olvidarnos de largos veranos sufriendo por si el Albacete Balompié no salía a competir en la primera jornada de cada temporada.
Ojalá, este sea el inicio de un gran, largo y bonito sueño. Gracias a los de aquí pero también a los de allí.
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