Hay algo de lo que estoy muy cansado de escuchar y es que el Alba no tiene una buena afición. No, mira, perdona, lo que no tiene el Alba es una afición muy numerosa pero ¿buena? De las mejores.
Siempre hay quien confunde cantidad con calidad y es porque los albacetistas somos minoritarios en esta ciudad (triste pero cierto) tras los aficionados de equipos que juegan a varios cientos de kilómetros de aquí. Somos pocos, sí, pero somos buenos.
Este pasado domingo, en el partido frente al Córdoba CF, vi algo que, o no he visto nunca antes, o hacía tanto tiempo que no veía que no lo recuerdo: una ovación al equipo cuando se retiraban a vestuarios en el descanso de los primeros cuarenta y cinco minutos. Inaudito.
Y eso demuestra que somos buenos. Es cierto que el equipo se iba al descanso con dos goles por delante de los andaluces y jugando bien pero tampoco estábamos dando un recital de juego como en tiempos mejores, por eso me chocó dicho aplauso, aunque colaboré con ello, por supuesto.
Claro, que si pensamos de donde venimos y lo que estamos viendo estas primeras semanas, quizá ahí se entienda un poquito más. Porque somos pocos, pero somos buenos y con poquito que nos den los jugadores, encima somos agradecidos. ¿Cuántas veces no habremos arrancado a aplaudir por una jugada bonita a pesar de ver que el rival nos comía? ¿O por un tiro a puerta que se ha ido por poco hacia fuera?
El caso es que tras varios meses sin ver fútbol en el Carlos Belmonte por parte de nuestro Albacete Balompié, ahora estamos ilusionados con lo que vemos y, con poquito, vamos a responder a estos jugadores dándoles ánimos y vítores.
Y este año puede ser que lleguemos a tener el máximo número de abonados que hemos tenido nunca en Segunda División: 8000 abonados, o más. Pero seguimos siendo pocos en una ciudad de casi 200000 habitantes con otros casi 30000 habitantes más a tiro de piedra y con un club que está haciendo las cosas bien y unos jugadores que están respondiendo así estas primeras semanas de competición. Pero eso sí, somos buenos.
El caso es que tras varios meses sin ver fútbol en el Carlos Belmonte por parte de nuestro Albacete Balompié, ahora estamos ilusionados con lo que vemos y, con poquito, vamos a responder a estos jugadores dándoles ánimos y vítores.
Y este año puede ser que lleguemos a tener el máximo número de abonados que hemos tenido nunca en Segunda División: 8000 abonados, o más. Pero seguimos siendo pocos en una ciudad de casi 200000 habitantes con otros casi 30000 habitantes más a tiro de piedra y con un club que está haciendo las cosas bien y unos jugadores que están respondiendo así estas primeras semanas de competición. Pero eso sí, somos buenos.
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