Ya han pasado unos días desde la polémica que rodeó a la Grada de Animación del Albacete Balompié en el partido frente al CD Lugo al haber un enfrentamiento entre gente de dicha grada y abonados que se sientan cerca de la misma.
Yo no voy a pasar a polemizar si tenían razón unos u otros, aunque seguramente, tras acabar este artículo mi opinión se adivine fácilmente.
Hacía años que en el Carlos Belmonte no disfrutábamos de una afición tan animosa, estruendosa y sobre todo, en general, tan respetuosa con rivales y jugadores propios, por lo tanto, afición sana. Gente joven, muy seguidora del Albacete Balompié que se mueve tras su equipo, en casa siempre y en muchos desplazamientos, por no decir en todos, donde en mayor o menor medida están representados y apoyando a nuestro equipo.
Un grupo de gente cuya forma de actuar es la típica y normal de estos focos de animación, cantando, saltando, coreando, levantando bufandas, banderas, pancartas, todo para dejar sentir su aliento a los jugadores de su equipo, nunca para molestar al que esté sentado detrás ni cerca, si bien es cierto que ésto último puede ocurrir. Además, con una característica que los hace especiales, intentan hermanarse con las aficiones rivales y contestan a provocaciones con ánimos al Albacete Balompié, no con insultos, generalmente.
Lo que no es lógico es que quienes se enfrenten a este grupo de chavales sean los aficionados de su propio equipo porque tengan una manera distinta de vivir los partidos en el Carlos Belmonte, si bien esto es algo que no es culpa ni de unos de ni otros, si acaso, un poquito del club por no buscar una situación para dicha grada donde no molestasen a nadie, porque aunque hubo reuniones antes de comenzar la liga fue con peñas del equipo, nunca con abonados particulares, aunque con la de espacio que hay en el campo de fútbol se deberían haber solucionado estas molestias de manera más pacífica y civilizada.
El caso es que tras el feo incidente la Grada de Animación ha vuelto a su sitio con más fuerza que nunca y, seguramente, poco a poco vayan contando con más miembros y aumentando, hasta que necesiten un sitio en el Carlos Belmonte, si no para ellos solos, casi, lo cual sería una gran señal.
Si este año conseguimos el ansiado ascenso no será solo cosa de la plantilla, del Cuerpo Técnico ni de la Directiva, gran culpa la tendrá la afición del Albacete Balompié, con mención especial a una Grada de Animación que se hará notar hasta el último segundo del último minuto.
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