Mucho se está hablando estos días sobre el error que tuvo David Añón en la pasada jornada cuando se plantó solo ante el portero del Real Oviedo y desperdició esa ocasión tan clara. Muchos son los palos que ha tenido que aguantar el joven gallego por no haber pasado el balón a un Adrià en mejor posición o haber materializado dicho gol.
Pero aún así, no deberíamos dudar de la calidad del extremo pues era considerado una de la estrellas de la cantera del RC Deportivo de La Coruña antes de recalar en el Albacete Balompié, habiendo llegado incluso a debutar con el primer equipo. El problema, quizás, está en los pocos minutos de los que ha disfrutado esta temporada todavía y es posible que su ansiedad por agradar le hiciese cometer dicho error cuando, aún así, fue uno de los jugadores más activos del partido y que más buscó el balón, aunque luego no le saliesen bien las jugadas o, al menos, como a todos nos hubiese gustado.
Por ello creo que lo mejor que le puede ocurrir es que Antonio Gómez le dé una nueva oportunidad demostrando así confianza en él y que sabe que puede ser uno de esos jugadores que haya marcado la diferencia a final de temporada. Bien es cierto que no es un jugador al que podamos exigirle un amplio número de goles pero seguro que acompañando al delantero centro puede abrirle suficientes espacios para que sea éste el que haga esos goles.
Por eso abogo porque este domingo Añón sea uno de los jugadores titulares con el Albacete Balompié en tierras asturianas, además de porque seguramente es un ambiente en el que sabrá desenvolverse bien al haber afrontado su corta carrera futbolística en tierras del norte de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario