En las últimas semanas estamos asistiendo en el fútbol español a la continua polémica por las sanciones impuestas a jugadores por expulsiones en sus partidos. La más sonada fue la impuesta al jugador del Atlético de Madrid Ujfalusi por su expulsión tras una dura entrada al barcelonista Messi, que acabó con dos partidos en la grada para el defensa checo. Hasta correcto y, para mi opinión, justa sanción.
Este fin de semana asistimos a otro recital de expulsiones sonadas. En el partido Athletic Club de Bilbao – FC Barcelona hubo dos, la del central vasco Amorebieta por una dura entrada al albaceteño Iniesta y la del delantero culé Villa por un manotazo en la cara a un contrario. Además se expulsa al médico del Real Madrid en su correspondiente partido por protestar al árbitro, igual que la expulsión sufrida por Antonio Calderón, entrenador del Albacete Balompié en el último partido.
Pues bien, la dura entrada del jugador vasco y el manotazo del asturiano acaban sancionados con un partido, en mi opinión, también sanciones correctas respectivamente, pero es que tanto al médico madridista como a Calderón les han sancionado con dos partidos por protestas a los árbitros, que según las actas, en ningún momento pasaron ni a insultos ni demás, solo aspavientos con los brazos y gritos.
Pues no lo entiendo. No puedo entender como a unos jugadores que hicieron daño a sus rivales (inintencionadamente, pero daño) sufren un castigo menor que el de dos componentes del banquillo expulsados por protestar y quejarse. Además, en el partido del Real Madrid no lo sé porque no lo vi, pero en el del Albacete Balompié, aunque la expulsión es justa, viene precedida de un nefasto arbitraje en el que el árbitro no paró de proteger al Real Betis de sacarles tarjetas amarillas por duras entradas y dejaba de pitar faltas claras para cobrarse algunas dudosas e inexistentes del Albacete Balompié.
Además, para rematar la faena, el Comité de Competición dice que las alegaciones del Albacete Balompié no se han hecho en tiempo y forma cuando es una mentira que desde el club se puede demostrar, algo por lo que van a acudir al Comité de Apelación que se reúne hoy mismo. Es decir, que todo lo que sea machacar al pequeño y al pobre no está de más.
En fin, que es otra muestra más de la injusticia que hay en el fútbol español, sobre todo en cuanto al tema que concierne a equipos pequeños, los más machacados por estos estamentos. Y, como siempre digo, aún se atreven los equipos grandes a quejarse masivamente por errores puntuales contra ellos.
Por cierto, el partido de anoche (que sí se disputó) acabó con la victoria visitante por parte del Albacete Balompié de 2-4 frente al Hellín Deportivo, con goles de Fran Amado, dos de Alfredo Ortuño y uno de Summy y en el que jugaron gran cantidad de canteranos, que tampoco desentonaron, algo fantástico para el futuro del Albacete Balompié.
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