El empate frente a la SD Huesca nos dejó muy fríos, ya no solo por conseguir un solitario punto, si no por la actitud de los jugadores, pues se podría decir que fue el peor partido de la era Vidal, con jugadores apáticos y que no dieron todo lo que tenían sobre el terreno de juego.
Es cierto que el equipo oscense es mucho más complicado de lo que en teoría parece, que es el equipo menos goleado de la Segunda División y el que más empates a cosechado, pero había esperanzas en que el Albacete Balompié consiguiese, con el empuje de la afición, llevarse los tres puntos.
Afortunadamente, el punto se hizo bueno por los resultados de los equipos de abajo, pues perdieron casi todos, lo que hizo que recortásemos puntos a los que están sobre nosotros y nos alejásemos un poco de los de abajo, a excepción del Cádiz CF, que sí ganó.
Aún así, con la media de puntos que está consiguiendo David Vidal siguen saliendo las cuentas para la permanencia, pero claro, como muy mal deberíamos mantener dicha media e intentar mejorarla, al menos con victorias en todos los partidos que nos quedan en casa, pues las salidas tienen pinta de que van a ser bastante complicadas.
El partido clave será el de la semana que viene en casa frente a la UD Salamanca, que en caso de ganar daríamos un gran paso de cara a la permanencia, aunque antes debemos pasar por Soria en intentar rascar lo que se pueda, un punto sería bueno.
Veremos si no notamos demasiado las bajas que tenemos por lesión para los próximos partidos, como la de Sousa, en mi opinión la más importante y una de las que más se dejó notar en el último partido.
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