De vuelta a la senda de la victoria

Por fin volvimos a sacar tres puntos más, justo cuando ha acabado la primera vuelta por lo que nos quedamos justo a mitad de liga a seis puntos del descenso… y del ascenso, con ocho puntos más que la pasada temporada, lo cual nos deja respirar más tranquilos.

El partido del sábado frente al Deportivo Alavés fue más fácil de lo esperado, ya que antes de jugarlo se comentaba que el equipo vasco suele bombear muchos balones al área, lo que supone un auténtico peligro para este Albacete Balompié donde la mayoría de goles en contra han llegado mediante balones parados que llegaban así a nuestro área, pero realmente apenas inquietaron la meta de Jonathan y finalmente nos llevamos el partido.

Dos goles, uno de Diego Costa (que pudieron ser dos si no es por el clamoroso error del brasileño a portería vacía) y otro de Toché, en su estreno goleador, sobraron para amarrar tranquilamente el partido, pues el Deportivo Alavés apenas generó fútbol durante todo el partido.

Con un buen planteamiento, a pesar de volver a jugar Merino en la derecha, y con la sorpresa de que Ritchie Kitoko se había caído del once titular salió el Albacete Balompié al terreno de juego y jugó muy bien, como se le había pedido al equipo en las últimas jornadas. A ver si Juan Ignacio Martínez se deja de experimentos y le da continuidad a un equipo que parece que funciona.

Al tanto del partido, hubo un detalle que no me cuadró mucho y fue un puñetazo de Jonathan a un rival en la nuca, tras despejar un balón del área. Ya son varias veces que se le han visto al cancerbero hacer este tipo de acciones sin venir a cuento, una de las veces con expulsión incluida. Se le debería dar un pequeño toque de atención en el vestuario, pues estas tonterías pueden echar por tierra un partido que esté puesto de cara.

También mencionar que desde CarlosBelmonte.com se ha comenzado una iniciativa para intentar dar más voz y voto a los pequeños accionistas en las Juntas de Accionistas e intentar mejorar el club en todo lo posible. Veremos en qué queda todo esto, pues seguimos esperando a que los grandes accionistas den un paso adelante para intentar cambiar o mejorar la situación, y ninguno de ellos llega a hacerlo.