Se nos escapó vivo el Cádiz CF cuando tuvimos oportunidades de haber conseguido una renta de 3 ó 4 goles sin que los andaluces supusiesen ningún peligro para el Albacete Balompié. Y estamos hablando de un campeón de grupo.
El partido de ayer demostró, una vez más, el potencial que ha tenido este año el Grupo I de Segunda División B, pues si ya en su momento conseguimos imponernos a un segundo clasificado, ayer maniatamos a todo un campeón de grupo. El problema está, otra vez, en nuestro poco acierto de cara a portería de las últimas semanas, y eso que arriba tenemos auténtica dinamita, pero parece ser que en los últimos tiempos se nos ha mojado un poco. Ni Curto, ni Molina, ni Calle, ni los jugadores de medio campo estuvieron acertados de cara a portería. Y oportunidades hubo, con al menos 3 bastante claras.
Así que tras el empate a cero goles nos la tendremos que jugar en el Ramón de Carranza donde la afición gaditana seguramente apretará, y mucho, para que sus jugadores consigan pasar la eliminatoria, aunque esa baza también puede jugar en su contra si, avanzado el partido, no llevan ni un buen resultado y el juego es similar al de ayer, pues los de José González buscaron el 0-0 desde antes de montar en el autobús en Cádiz. Y aún dice el de la botella que prefiere ese resultado a haberse llevado un 0-1. Increíble.
La parte positiva, para nosotros, del resultado fue el no haber recibido ningún gol en casa, pues ahora cualquier empate a goles nos clasifica a nosotros, aunque si el partido de vuelta se desarrollase igual, lo más lógico debería ser una victoria del Albacete Balompié. Vamos, algún balón tiene que entrar aunque sea por error.
Mención aparte merece la afición y, sobre todo, la Grada de Animación que ayer estuvo de Matrícula de Honor. Según el marcador del Carlos Belmonte nos dimos cita en el estadio algo más de 10500 espectadores, pero la realidad es que estaríamos entre 12 y 13000 personas.
Lo que no merece ni medio comentario fueron los incidentes producidos en el descanso por los cuatro de siempre, me da igual si llevaban una camiseta u otra. Eso ni es fútbol ni se le parece.
Así que vamos a Cádiz con ganas de terminar los deberes porque, ahora mismo, estamos justo a mitad de camino de nuestro objetivo y deberíamos sacar buenos resultados en tres partidos más para el ansiado ascenso. Después, en tierras gaditanas, puede pasar de todo, pero a día de hoy confío, y mucho, en este Albacete Balompié y en su plantilla, pues no han demostrado ser inferiores a nadie.
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