Otra derrota más en puertas de la permanencia que nos deja otra semana más con la preocupación de conseguirla de una vez por todas y la incertidumbre de saber cuándo lo haremos.
El Albacete Balompié fue un juguete en manos del Real Zaragoza, el cual demostró el por qué de su ascendente segunda vuelta y el por qué será seguro uno de los tres equipos que asciendan a Primera División.
En el primer tramo del partido el Albacete Balompié supo aguantar las envestidas del club maño, que eran constantes, hasta que un error defensivo permitió adelantarse a los aragoneses, y ahí acabó el partido. Un gol de penalty al filo del descanso terminó con toda esperanza manchega. Y suerte que el portero era Cabrero y evitó una goleada mayor.
Por tanto, el próximo partido frente a nuestro gran rival, el Real Murcia, se convierte en algo más que una jornada normal, es nuestra gran final, pues el Deportivo Alavés consiguió recortarnos puntos también.
Más vale que el próximo sábado consigamos sacar los 3 puntos en juego y, por si acaso, el Deportivo Alavés pierda alguno también en su partido en Vigo, porque si no me veo en la última jornada como la pasada temporada, sufriendo más de lo necesario esta temporada. Y serían dos temporadas igual de nefastas y sufridas.
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