El domingo volvimos a sumar 3 puntos más, otra vez portería a cero y acabamos el partido goleando, lo que los ingleses consideraban a partir de los 3 goles de diferencia.
Esta vez nos enfrentamos ante un buen equipo que demostró mucho más, estando en la zona baja, que otros que supuestamente son los segundos mejores del grupo. El CD Mensajero salió desde el principio a por el partido y puso en apuros al Albacete Balompié durante toda la primera parte, incluso tras la expulsión de su delantero y siendo ellos uno menos.
Eso sí, este equipo no se descompuso en ningún momento, aunque los canarios diesen con el balón al palo y pusiesen a prueba a un grandísimo Tomeu Nadal un par de veces antes de que consiguiésemos adelantarnos en el marcador. De nuevo Rafa Gálvez, a la salida de un corner, puso el primero en el electrónico y después ya llegó un gran número de ocasiones del Alba, incluidos dos goles más y dos goles mal anulados por fuera de juego.
Lo bueno que tenemos es que incluso con un rival mejor al frente, somos solventes, y empezamos a tener la mal llamada suerte del campeón, mejor llamada, suerte del que la busca y la trabaja. Esa suerte el año pasado no la teníamos.
Ahora hay que pensar en el próximo partido en casa, para hacer dos victorias seguidas en el Carlos Belmonte y ser, matemáticamente, campeones de invierno.
También quiero destacar el emotivo homenaje que tuvo Pedro Martínez Bravo al que la afición del Alba nunca olvidará. Ojalá podamos volver a homenajearle con un nuevo ascenso.
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