Pues el derby regional finalmente se vino para Albacete. Pero no solamente fue una victoria de 3 puntos, fue una victoria de dejar claro que el Albacete Balompié ha cogido el liderato para quedárselo, para ser campeones de grupo al final de temporada y para volver a ascender al fútbol profesional, de donde no deberíamos haber salido.
El partido tuvo un claro dominador y un claro ganador ya que el resultado fue lo que se conoce como un set en blanco, un 0-6 con la mayor autoridad posible. Un gran partido de los nuestros ante el que era segundo clasificado que hizo que se supiese en el grupo y en el fútbol de la Segunda División B que este Alba va en serio.
Aparte de polémicas de televisiones, de entradas y, más tarde, de arbitrajes, lo que está claro es que el espectáculo fue digno de ver, aunque no lo viésemos. Una lección de fútbol de Aira que ganó el partido a base de buen juego y contragolpes ante una defensa del CD Toledo descentrada y que no sabía por dónde le venían los ataques.
En menos de media hora de juego ya estaba situado en el marcado el 0-3 y se podía ver que el partido iba camino de algo histórico como así fue. El hat-trick de Héctor Hernández, un nuevo gol de Aridane Santana y otros dos tantos de Eloy Gila y Josefran respectivamente mataron el partido.
Todo fue positivo en el encuentro del sábado para nuestros intereses pero ahora tendremos que tener mucho cuidado en los partidos que nos vienen pues los rivales van a querer ser los que derroten a ese equipazo que fue capaz de endosar media docena de goles al segundo clasificado de la tabla. Desde hoy ya debemos centrarnos en el siguiente partido olvidando un poquito el fantástico resultado pasado y concienciarnos de que aún no hemos hecho absolutamente nada porque de eso, de nada, servirá esta victoria si no conseguimos quedar como líderes tras la última jornada de liga.
Fue una bonita parada en el duro y largo camino hasta nuestra vuelta a la Segunda División pero a partir de ahora se empina un poquito más esta cuesta que llevamos subiendo desde mayo del mes pasado.
Por cierto, la imagen curiosa la dejó José Miguel Garrido al decidir sentarse en la grada visitante junto al resto de aficionados como protesta ante el precio de las entradas. En mi opinión, le vino muy bien para ver el partido de manera despreocupada y darlo todo con saltos, palmas y cánticos, incluso iniciando alguno que otro. Todo un figura.
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