Tal como se dio ayer el partido y hasta media tarde, el resultado frente a la RSD Alcalá era un nefasto empate para los intereses del Albacete Balompié. Una vez más tiramos a la basura una de las dos partes del partido, en este caso la segunda, y nos dejamos empatar ante la pasividad de la defensa con un golazo. De nuevo, la afición con cara de tontos y pensando que habíamos dejado escapar una buena oportunidad para seguir metidos en la lucha por los playoffs y, con la derrota del CD Tenerife, adelantar algún puesto.
Pero a lo largo de la tarde ese punto se convirtió en bueno por la derrota del CD Lugo y del Real Oviedo, por lo que al final resultó que recortamos distancia con el 2º y el 3º de la tabla y ampliamos ventaja con el 5º. Al final, ese punto no supo tan mal como al principio creíamos.
El mayor problema está en que otra vez nos quedamos con la sensación de haber podido hacer mucho más ante un equipo inferior al nuestro en calidad y que con un buen resultado podríamos haber escalado puestos y poner aún más tierra de por medio, pero no, otra vez fallamos y seguimos, casi, con las mismas sensaciones.
Afortunadamente, en este caso, estamos ante un grupo y una liga muy raros que nos están dejando extraños resultados porque los equipos de arriba estamos pinchando muchísimo, sobre todo contra los equipos de abajo, lo cual hace que no se distancie ninguno de tal manera que podamos decir que sobresale del resto. Si bien es cierto, a principios de temporada pensábamos que los 5 equipos que estamos ahora arriba a estas alturas de liga estaríamos bien diferenciados del resto, esto no es así por los comentados continuos pinchazos y errores.
Ahora, ante la falta de tan solo 5 jornadas debemos centrarnos en sacar el 100% de los puntos disputados en casa y rascar algo positivo en los partidos lejos del Belmonte para poder afianzarnos seguro en los puestos de playoff de cara al final de la temporada.
El próximo partido, en casa, antela UD Vecindario será una nueva reválida que, en caso de sacar adelante, podrá dejarnos en un, por fin, cómodo puesto entre los cuatro primeros.
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