Parece mentira que hayamos tenido que vivir un descenso para volver a ilusionarnos como hacía 6 años que no lo hacíamos. Parece mentira que hayamos tenido que vivir un descenso para empezar a hacer las cosas bien y con sentido desde antes de la pretemporada. Parece mentira que hayamos tenido que vivir un descenso para aprender a gestionar unos escasos recursos de tal manera que generen más recursos en vez de pérdidas.
Es curioso como que el Albacete Balompié esté al final en Segunda División B nos haya llegado a venir bien porque, a día de hoy, parece cierto eso de que en ocasiones es necesario echar un paso atrás para coger impulso y adelantar dos pasos hacia delante.
Desde el fatídico día del descenso hasta la confirmación de los cambios en la Directiva y el fichaje de Antonio Gómez muchos éramos los que vivíamos en una incertidumbre sobre el futuro del Albacete Balompié, un futuro que muchos (siento incluirme, pero así era) no veíamos nada claro, que si confiábamos en lo que iba a ser el proyecto deportivo, no confiábamos en el resto del proyecto pero, casi de la noche al día, con unos drásticos cambios en los despachos directivos y deportivos, hemos conseguido, no solo creer en ese futuro, si no llegar a confiar en él, en lo bueno y próspero que va a ser.
Es cierto que quizás al final se quede todo en agua de borrajas porque a la pelotita le dé por no entrar, que al fin y al cabo es lo único que manda en este mundillo futbolístico, pero al menos habremos visto como las cosas han sido coherentes, con errores, como todo, porque es imposible no fallar alguna vez, pero coherentes a final de cuentas. No se ha vendido humo ni un ascenso en la primera jornada de liga, no, se está vendiendo un proyecto a medio-largo plazo, algo que no veíamos en el Albacete Balompié desde... espera, no lo habíamos visto nunca.
El caso es que por fin han conseguido unirnos, si no a todos, a la mayoría para empujar entre todos a un nuevo estilo de club, a un equipo que, queramos o no, es el de todos y es el único, futbolísticamente hablando, que beneficia a nuestra ciudad y a nuestros intereses, aunque no juegue Champions ni Mundialitos, pero que nos representa por donde vaya, sea Madrid, La Roda, Vigo o El Salobral.
Mi ilusión se ha renovado una vez más, pero esta vez de verdad, con criterio y buen hacer.
Por últimos quiero, desde aquí, mostrar mi mayor rechazo al nuevo invento de la LFP para sacar más dinero para una Liga rica pero ruinosa y decir alto y claro #noalfutbolsinradio, si bien es cierto que ahora mismo no afecta al Albacete Balompié, espero que más pronto que tarde volvamos a tener que interesarnos por todo lo que ocurra en el fútbol profesional español.
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