Se venía hablando desde hacía días anteriores al partido del Gimnàstic de Tarragona que el Albacete Balompié iba primado, para ganar por parte de la UD Salamanca y para perder por parte del propio equipo tarraconense, aunque, como siempre, es algo imposible de confirmar.
El caso es que el Albacete Balompié salió a hacer lo que está obligado siempre, vaya primado o no, a ganar sí o sí, por lo que la prima catalana queda claro que era falsa, y si la salmantina hubiese sido cierta, no la hubiesen cobrado porque, una vez más, perdieron el partido.
Lo curioso de todo es que el Albacete Balompié salió a morder como nunca lo había hecho en toda la temporada, incluso en partidos donde sí nos estábamos jugando todavía la permanencia, incluso con Miguel subiendo a rematar un córner finalizando el partido y con De Lerma muy enchufado protestando al árbitro cosas como las pérdidas de tiempo.
Es algo que molestó mucho a los aficionados catalanes, tanto que se llegaron a lanzar objetos contra el banquillo del Albacete Balompié, pero estaba clarísimo que los jugadores albacetistas jugaron por su honor, por demostrar que son mejores jugadores que lo que han mostrado durante toda la temporada, además, recordemos que los futbolistas que saltaron al terreno de juego eran los profesionales que tan buena imagen han dejado durante todo el año y reivindicaron su calidad.
Poco más se puede contar de otra derrota más, porque es de lo que se lleva escribiendo casi exclusivamente durante toda la temporada, una derrota que además del descenso también de la UD Salamanca supone el hecho de que el Albacete Balompié acabe la liga como colista y como el peor equipo de fútbol profesional de España y, si no puntuamos frente a la SD Huesca, encima no habremos sacado ni 30 puntos en 42 jornadas.
Un año para olvidar...
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