Pues después de casi 3 años, se acabó la "era Sampedro" con una injusta derrota el pasado sábado en Zaragoza. Después de varios meses en los que el equipo no ha conseguido arrancar de nuevo y salir de la mala dinámica que comenzó a finales de 2015, se pone punto y final tras el partido justo en el que el entrenador gallego decidió cambiar su manera de jugar y entender el balón parado. Irónico cuanto menos.
En una rueda de prensa donde quedó constancia que José Miguel Garrido lo pasó realmente mal al tener que despedir a un entrenador que ha acabado siendo su amigo, Luis Ángel César Sampedro se despidió del Albacete Balompié como un señor, entendiendo la situación y la circunstancia que lleva implícita su profesión.
Desde luego, yo he sido muy crítico con él pero hay que reconocer que pocas veces ha sacado los pies del tiesto, que ha intentado muchas cosas por este equipo y, creo, seguirá siendo del Alba. No hay que olvidar que fue él el que nos sacó del pozo de la Segunda División B y nos devolvió al fútbol profesional siendo campeones de la categoría, cosa por la que siempre deberemos estarle agradecido y le cede un hueco en nuestra historia. El problema es que no se puede vivir siempre de ese éxito y si no se puede con esta situación, hay que dar un paso a un lado y que venga otro colega de profesión a intentar dar un giro de 180º para salvar al equipo del descenso.
Y ese no es otro que César Ferrando que inicia así su tercera etapa en el club manchego y que intentará darle al equipo un juego más directo, con menos toque y buscando ser prácticos según ante qué rival nos encontremos. Es decir, algo totalmente distinto a lo que estábamos acostumbrados a ver en estas últimas temporadas en el Carlos Belmonte.
Hay que remontar 4 puntos, que son los que nos separan ahora mismo de la permanencia, y para ello empezaremos a hacerlo ante el CA Osasuna este fin de semana en casa.
Creo que hay mimbres de sobra para, como mínimo, quedar quinto por la cola, solamente falta que jueguen para ello y nos convenzamos con que sí podemos.
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