Llevo algunas semanas dándole vueltas a si volver o no al blog porque me está volviendo a picar el gusanillo de escribir de vez en cuando pero, claro, viendo la situación del equipo no sé hasta qué punto es necesario que haya otro altavoz que recalque lo mal que estamos.
Yo llevo quejándome de que fallan muchas cosas en la manera de jugar desde la Segunda División B pero al salir campeones y ascender, estos problemas quedaban más o menos tapados, es más, mucha gente me recriminaba que de qué me quejaba. Pues resulta que poco a poco se va demostrando que algo de razón llevaba.
Llevamos 3 temporadas, incluida la del ascenso, con problemas defensivos, del equipo en general, no solamente de los de atrás, pero en Segunda División B esos problemas eran más fáciles de ocultar porque aunque sea un problema que te marquen un gol en todos los partidos, si luego tú marcas 3, 4 ó 5 de normal, este problema queda tapado. Era fácil de tapar contra equipos semi-amaters porque después de ese gol, como digo, les hacías una goleada.
La pasada temporada, durante la primera vuelta, se vio más claramente que si la manera de defender en categoría no profesional era un problema, ante equipos profesionales al 100% era un problemón y a medio salto de mata se fue solucionando incorporando defensas de más nivel y dando la baja a los que no estaban a la altura de la categoría. Después de una segunda vuelta espectacular, conseguimos salvarnos de manera más o menos holgada pero adoleciendo todavía de problemas a la hora de que la defensa y el centro del campo evitasen que nos marcasen goles.
Pues bien, llegada esta temporada vemos que se refuerza la portería, que se ficha gente en defensa y que además sobresale un canterano que puede actuar con muy buenas maneras de central... y ya no solamente seguimos con los mismos problemas si no que conseguimos que por querer defender más, nos surgen problemas en la creación en el centro del campo. Encima, ahora los de arriba tampoco marcan goles.
Quizá sea una manera muy simplista de decirlo pero creo que todos estos problemas llegan desde el banquillo, al tener un equipo que trabaja de una manera que no es acorde a los jugadores de los que disponemos. No podemos usar dos mediocentros defensivos para jugar al toque y con el balón raso en una categoría donde la mayoría de equipos buscan el gol como sea y después se atrincheran atrás. No entiendo que el único centrocampista que puede ofrecer algo parecido al fútbol de pausa y toque sea el último elegido para jugar cuando por lesión no quedan más.
Creo que en las últimas semanas a Sampedro se le ha ido la cosa de las manos y por eso no da con la tecla. Ya han sido varios los entrenadores rivales que han dicho a las claras lo fácil que es jugarle a este Albacete Balompié por su manía de no cambiar su estilo de juego ocurra lo que ocurra. No tenemos plan B por lo que ganarnos es tan fácil como darnos el balón y esperar a que haya un hueco como un camión entre los centrales abiertos a bandas y el mediocentro en la frontal del área, lanzar un balonazo a ese delantero que está absolutamente solo en el centro del campo del Alba y que se busque las habichuelas. No pasa nada si no marca a la primera, tendrá una segunda, una tercera, una cuarta, una quinta... oportunidad hasta que consiga hacer el gol de la victoria.
Y no pasa nada por quejarnos, decirlo, apostillarlo, repetirlo, publicarlo, gritarlo... el míster tiene la total confianza de la Directiva, haga lo que haga, ha renovado por 2 años más y no va a cambiar nada en el sistema de juego porque quiere que el Alba juegue así de "bien". Pues nada, ojalá y le salga la cosa antes de que sea demasiado tarde darle la vuelta a la tortilla, porque aún hay tiempo de sobra para ello, aunque cada vez sobra menos tiempo y hay más miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario