Pues en el día de ayer nos enteramos de la muerte de Pedro Martínez Bravo, el Delegado del Alba, de siempre, para siempre.
Después de una larga enfermedad, el bueno de Pedro no puedo aguantar más y nos dijo adiós.
Siempre será recordado como una buena persona, que lo dio todo por el Albacete Balompié y que era muy querido, si no en todos, en casi todos los campos de fútbol de España por los profesionales del fútbol. No olvidemos que fue elegido por sus compañeros el mejor delegado de campo en Primera y Segunda División en varias ocasiones, que es en la tarea que muchos los conocimos cuando nos entró el gusanillo de la afición por este equipo.
Lo conocí personalmente hace unos años, cuando compartí cabina de retransmisión en Punto Radio con Javi Romero, Antonio Martínez y Nacho López. Él acompañaba en las retransmisiones de la Cadena SER a Luis Castelo, hoy en día, Director de comunicaciones externas del propio Albacete Balompié. Sin conocernos de antes, siempre se paraba, cuando su ya maltrecho físico le dejaba, un ratito a charlar con nosotros antes del comienzo o en el descanso del partido, y casi siempre tenía alguna anécdota que contarnos sobre el equipo rival al que nos enfrentábamos ese día o de algún jugador en concreto del Alba del que se acordaba. Era un gusto escucharle, con ese buen humor que le caracterizaba, cómo rememoraba los viejos tiempos con una cara de ilusión de un chico jovencito y como nos hacía reír a menudo ese poquito tiempo que estaba con nosotros.
Han pasado por este club mucha gente buena y muchísima muy buena gente pero del único que jamás he oído o leído una mala palabra ha sido de Pedro Martínez Bravo, en lo profesional o en lo personal. Con él se nos va un trozo muy grande del escudo del Albacete Balompié y desde aquí solamente he querido darle este humilde homenaje y recordar lo poquito que, por desgracia, pude compartir con él.
Esté donde esté, seguramente seguirá sufriendo y disfrutando, a partes iguales, de su Albacete Balompié. DEP.
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