lunes, febrero 15, 2016

Hay que tomar medidas

No sé qué tipo de medidas pero hay que tomarlas cuanto antes por parte de alguien dentro del club, sea la Directiva, el entrenador o los propios jugadores. Esta situación se está volviendo insostenible y según van pasando jornadas es más complicado revertirla.

Se llevan diciendo muchas cosas desde hace tiempo del por qué puede ser lo que está ocurriendo. Se insinúa que hay jugadores impuestos al entrenador, se dice que los jugadores no entienden el sistema ni la manera de jugar de Sampedro, ahora se lee y escucha que éstos le están haciendo la cama... pero la verdad es que no se sabe el por qué, esto no funciona.

Hay que tomar decisiones desde ya, no sé a qué nivel, pero hacerlo. No sé si la decisión que debe tomar José Miguel Garrido es la destitución de Sampedro. No sé si la decisión que debe tomar Luis César Sampedro es cambiar el sistema de juego. No sé si la decisión que debe tomar la plantilla es ponerse al 100% al lado del entrenador.

Lo que está claro que no podemos hacer es seguir escudándonos en la mala suerte, en la tranquilidad porque queda tiempo para darle la vuelta a la situación, en que seguimos estando a un punto de la salvación, porque si seguimos esperando y viéndolas venir, lo que va a ocurrir es que finalmente no tengamos el margen suficiente para enderezar el camino otra vez y nos veremos con nuestros huesos en el fútbol semi profesional de nuevo.

Lo visto este fin de semana debería servir como punto de inflexión del equipo por el gran ridículo que hicimos al dejarnos manejar por el colista de la clasificación de esa manera. Es muy preocupante ver partido tras partido como el rival solamente necesita dos o tres ocasiones para marcarnos al menos un par de goles por partido.

O se toman ya medidas o podemos ir despidiéndonos de la Segunda División otra vez.

lunes, febrero 08, 2016

Cara de tontos en el 90

Así se nos quedó la cara a la mayoría de aficionados que nos dimos cita el sábado en el Carlos Belmonte. Y es normal si resulta que te pones ganando un partido en el minuto 18, que se te quede esa cara si te empata el rival casi en el descuento... otra vez.

La afición del Albacete Balompié ya estamos acostumbrados a sufrir (me río yo de lo que se dice del Atleti...) porque somos un club humilde, un club pequeño, que llevamos a cuesta la losa de una gran deuda que a duras penas podemos asumir (gracias José Miguel Garrido) y la losa de llevar cuatro días de vuelta en la Segunda División, pero hombre, esto ya es demasiado.

Si de algo he acusado durante las últimas temporadas a Sampedro es de no tener alternativas en el juego, de no saber mover el equipo según la situación del partido y no tener esa visión del juego del rival que te haga prever lo que va a ir buscando según pasan los minutos. El sábado lo intentó en el descanso. Casi le sale bien.

Creo que fue buena idea la que tuvo al decidir dar el balón al rival tras los primeros 45 minutos e ir ganando por 2-0 pero lo que no puedes hacer es plantearle al Real Oviedo otra manera de jugar sin adecuar la tuya, por eso no entendí que los dos primeros cambios del Albacete Balompié fuesen cambios de cromos, de nuevo. Pensaba que ya que veíamos que los ovetenses tenían la posesión y poco a poco nos iban echando para atrás, la buena idea de Sampedro iba a seguir reforzando el centro del campo, crear una maraña de jugadores donde los asturianos se perdiesen y pudiesen llegar muy poco al área de Juan Carlos. Pero no fue así.

El entrenador contrario, viendo que la posesión era suya, decidió ir a por el partido y buscó los balones en largo a las cabezas de Toché y Cervero, y tuvo premio al final. El error garrafal de Juan Carlos en el primer gol evidencia el nerviosismo que hay en esta plantilla por los resultados del equipo, nerviosismo que se trasladó al resto del 11 albacetista que finalmente permitió el empate en otra jugada extraña. El intento de poblar el centro del campo fue cuando salió al terreno de juego Diego Benito en sustitución de César Diaz pero no fue suficiente ya que el Real Oviedo pasaba el balón de su defensa a su delantera por el aire, por lo que un jugador de toque y posesión no era lo que necesitaba el equipo. Quizá si el sustituto hubiese sido Adri Gómez, con su envergadura, habría ayudado más en defensa. Ya nunca lo sabremos.

Sea como fuere, el caso es que hay que empezar a sumar de 3 en 3 sí o sí y de la manera que sea. Un buen momento es la próxima jornada en la que nos enfrentamos ante el colista de la categoría, un rival directo en la lucha por la permanencia y sería una victoria que nos daría moral, insuflaría ánimo en la plantilla y alejaría al Llagostera de nosotros.

lunes, febrero 01, 2016

La vuelta a la tortilla

Llevo algunas semanas dándole vueltas a si volver o no al blog porque me está volviendo a picar el gusanillo de escribir de vez en cuando pero, claro, viendo la situación del equipo no sé hasta qué punto es necesario que haya otro altavoz que recalque lo mal que estamos.

Yo llevo quejándome de que fallan muchas cosas en la manera de jugar desde la Segunda División B pero al salir campeones y ascender, estos problemas quedaban más o menos tapados, es más, mucha gente me recriminaba que de qué me quejaba. Pues resulta que poco a poco se va demostrando que algo de razón llevaba.

Llevamos 3 temporadas, incluida la del ascenso, con problemas defensivos, del equipo en general, no solamente de los de atrás, pero en Segunda División B esos problemas eran más fáciles de ocultar porque aunque sea un problema que te marquen un gol en todos los partidos, si luego tú marcas 3, 4 ó 5 de normal, este problema queda tapado. Era fácil de tapar contra equipos semi-amaters porque después de ese gol, como digo, les hacías una goleada.

La pasada temporada, durante la primera vuelta, se vio más claramente que si la manera de defender en categoría no profesional era un problema, ante equipos profesionales al 100% era un problemón y a medio salto de mata se fue solucionando incorporando defensas de más nivel y dando la baja a los que no estaban a la altura de la categoría. Después de una segunda vuelta espectacular, conseguimos salvarnos de manera más o menos holgada pero adoleciendo todavía de problemas a la hora de que la defensa y el centro del campo evitasen que nos marcasen goles.

Pues bien, llegada esta temporada vemos que se refuerza la portería, que se ficha gente en defensa y que además sobresale un canterano que puede actuar con muy buenas maneras de central... y ya no solamente seguimos con los mismos problemas si no que conseguimos que por querer defender más, nos surgen problemas en la creación en el centro del campo. Encima, ahora los de arriba tampoco marcan goles.

Quizá sea una manera muy simplista de decirlo pero creo que todos estos problemas llegan desde el banquillo, al tener un equipo que trabaja de una manera que no es acorde a los jugadores de los que disponemos. No podemos usar dos mediocentros defensivos para jugar al toque y con el balón raso en una categoría donde la mayoría de equipos buscan el gol como sea y después se atrincheran atrás. No entiendo que el único centrocampista que puede ofrecer algo parecido al fútbol de pausa y toque sea el último elegido para jugar cuando por lesión no quedan más.

Creo que en las últimas semanas a Sampedro se le ha ido la cosa de las manos y por eso no da con la tecla. Ya han sido varios los entrenadores rivales que han dicho a las claras lo fácil que es jugarle a este Albacete Balompié por su manía de no cambiar su estilo de juego ocurra lo que ocurra. No tenemos plan B por lo que ganarnos es tan fácil como darnos el balón y esperar a que haya un hueco como un camión entre los centrales abiertos a bandas y el mediocentro en la frontal del área, lanzar un balonazo a ese delantero que está absolutamente solo en el centro del campo del Alba y que se busque las habichuelas. No pasa nada si no marca a la primera, tendrá una segunda, una tercera, una cuarta, una quinta... oportunidad hasta que consiga hacer el gol de la victoria.

Y no pasa nada por quejarnos, decirlo, apostillarlo, repetirlo, publicarlo, gritarlo... el míster tiene la total confianza de la Directiva, haga lo que haga, ha renovado por 2 años más y no va a cambiar nada en el sistema de juego porque quiere que el Alba juegue así de "bien". Pues nada, ojalá y le salga la cosa antes de que sea demasiado tarde darle la vuelta a la tortilla, porque aún hay tiempo de sobra para ello, aunque cada vez sobra menos tiempo y hay más miedo.